Los relatos cuya trama y escenario tienen que ver con un escritor latinoamericano aburriéndose en un campus estadounidense podrían ser casi un subgénero en sí mismo. Todos los narradores que han sido profesores visitantes en universidades gringas, tarde o temprano tienden a crear su novela autobiográfica y la realidad es que salvo algunas excepciones, tienden a ser novelas medio sosas. Es como si la pachorra y la esencia descafeinada de las universidades gabachas se contagiara al ritmo de la narración. He llegado a creer en la posibilidad de emitir un teoría: cuando el escritor latinoamericano se va a Estados Unidos a dar clases, su narrativa de ficción se amodorra. Es difícil imaginar un brote de jarcor narrativo en un entorno universitario gabacho
De todas las novelas sobre escritores hispanos aburriéndose en aulas gringas, mi favorita es por mucho Ciudades desiertas de José Agustín. Me gustó El camino de Ida de Piglia, pero me quedaron a deber Purgatorio de Tomás Eloy Martínez, La materia del deseo de Edmundo Paz Solán, los cuentos de Hipotermia de Enrigue, Moronga de Castellanos Moya (no es mala, pero es la más lenta de sus novelas) o Javier Marías con Todas las almas (aunque aquí hablamos de Oxford y no del gabacho, la temática y la atmósfera son casi idénticas).
Thursday, September 13, 2018
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