Eterno Retorno

Wednesday, July 02, 2025

On fire 2014

 

 


Hola Ortega. Feliz Eterno Retorno (es decir 2014, Navidad, nuevos proyectos etc) Es un gusto tener noticias tuyas, aunque me entero de tu acontecer por Facebook. y me emociona  la idea de saber que publicarás ¿Por qué no vuelves y me dejas en paz?



Saurio Sangrante  es un cuento que forma parte de una colección llamada Días de whisky malo donde aparecen además  Muerte accidental de un pasquineroArrullo de WalpurgisDías de whisky malo (cuento homónimo que titula la colección) Elogio del viene-viene (este último es híbrido entre cuento y ensayo)  Hades Austral (aun no estoy convencido del punto final que le puse) y La reina de los hielos en Casas Grandes (aún incompleto) Quiero escribir por lo menos uno más que se va a llamar Iosu.

Son cuentos cuya extensión promedio de es de 18 mil a 20 mil palabras. Por alguna razón ese empieza a ser el tamaño estándar de mis textos, como si fuera la dotación de palabras requeridas para contar una historia. Me gustaría poder ser más breve. Creo que son muy largos para jugar a ser cuentos. El elemento común que los une es la edad madura, el naufragio de algún sueño que se resiste a morir y alguna tragedia absurda. El rock está presente en cuatro de ellos, el periodismo en uno, mientras que Elogio del viene-viene es abiertamente satírico y con una buena carga de crítica política.

De igual forma tengo nueve de mis once cuentos futboleros ya terminados, mientras que 1991 duerme el sueño de los justos desde hace año y medio. La madre de todas las batallas es mi novela Vientos de Santa Ana que es como una gran cuesta arriba, un territorio hostil que me rechaza. La obsesión escritural se ha vuelto patológica. Paso el día volcado en mis textos, me levanto de madrugada, leo, releo, desparramo un poco y después sucumbo a mil y un dudas e inseguridades. Acaso deba aceptar que aunque me fascine inventar historias, no soy un escritor de ficción, sino un cronista y un ensayista que debe mejor dedicarse a sacar hebra de la realidad (tengo dos proyectos de ensayo para este año, uno de ellos ya en curso, pero en fin, eso harina de otro costal)

En fin Ortega, estoy inmerso en un pozo de dudas e indefiniciones como nunca antes en la vida. Por lo pronto quiero ver si puedo colocar en Monterrey 1991 que ya está terminado y es una novela 100% regia.

Por ahora lo único que tengo claro es que no puede ni debe pasar un día sin que desparrame nuevas frases. La vida se acaba y no quiere esperar. Ya he perdido demasiado tiempo, así que ahora escribo con la premura de un condenado a muerte o un desahuciado.