Eterno Retorno

Monday, June 23, 2025

Biblioteca de la dedicatoria ajena

 


Aunque todavía no es muy extensa, poco a poco he ido armando mi pequeña biblioteca de la dedicatoria ajena. Es decir, libros que fueron autografiados por su autor a otra persona (a menudo desconocida por mí) y que por caprichosas aleatoriedades fueron a caer en mis manos. Cuando uno abre bien los ojos y hojea con olfato de cazador en las librerías de viejo o ferias del libro antiguo, suele encontrar libros dedicados. No es que sean miles, pero tampoco es raro dar con ellos. Claro, esto no significa que yo pepene en automático cualquier libro con dedicatoria, pero digamos que si el ejemplar es medianamente apetecible, la firma puede ser un aliciente para abrir la cartera. Mi última adquisición fue La isla tiene forma de ballena de Vicente Quirarte con firma para la “adorada Leticia”. ¿Quién sería Leticia? ¿Por qué el libro no está ya en sus manos? ¿Acaso habrá muerto? En cualquier caso, la novela está resultando ser una grata sorpresa. Habla del exilio de Margarita Maza de Juárez  y el Club Liberal Mexicano en el Nueva York de la Guerra de Secesión durante los años del imperio de Maximiliano. Tiene toda la escuela de Fernando del Paso a quien por cierto dedica la novela, que bien podría fungir como un apéndice de Noticias del Imperio. En cualquier caso la estoy disfrutando. La he estado leyendo en salas de espera ahora que hemos estado atendiendo una contingencia médica. De Quirarte solo había leído un ensayo sobre la lectura, pero esta novela histórica ha conseguido atraparme. Otros ejemplares célebres de mi biblioteca de la dedicatoria ajena son Duelo por Miguel Pruneda de David Toscana, La Clave Morse de Federico Campbell, El imperio de la neomemoria de Heriberto Yépez, Los territorios de la tarde de Rafael Ramírez Heredia y Dos mujeres en Praga de Juan José Millás entre otros. También tengo algunos libros dentro de los cuales he encontrado extraños apuntes e incluso cartas de amor, pero esa es ooootra historia que ya les narraré.