Eterno Retorno

Saturday, February 03, 2024

Un ornitorrinco puede tener pico de pato pero no por ello se convierte en ave

 


1-    Un diente de ajo o un pequeño chile habanero pueden cambiar radicalmente el sabor y el sentido de un guiso. De igual forma, un detalle mínimo pero sustancial puede transformar una crónica en un cuento. Ese detalle puede ser la recreación de la voz interior los personajes inmersos en la profundidad del diálogo interno. Un reportero o un cronista que se respeten no pueden usurpar los pensamientos de un personaje, pero un cuentista o un novelista tienen plena licencia.

1-    Aún sin aspirar a ser literatura y respetando los parámetros de un manual de estilo estricto, la más simple y ordinaria de las notas periodísticas puede ser mucho más poderosa si en ella sabemos incluir  aquello que toque los sentidos o los sentimientos. No se deja de ser un imparcial reportero si describimos olores, ruidos, sabores, atmósfera o paisaje o si somos capaces de describir las emociones de los actores de la nota.

Periodismo y literatura pueden llegar a mimetizarse, a fundirse y confundirse en las formas, pero no son ni deben aspirar a ser una misma disciplina. Un ornitorrinco puede tener pico de pato pero no por ello se convierte en ave. Sigue siendo, pese a las apariencias, un monotrema. Nunca debemos perder de vista que el periodista busca a priori la verdad, o por lo menos acercarse a ella. Si nos olvidamos de eso entonces estamos perdidos. Si hablamos de cuento o novela yo admiro al narrador capaz de engañarme con maestría, al divino mentiroso que tiene la habilidad de sumergirme en su mundo imaginario y hacer que un personaje nacido en la profundidad de su cabeza pueda generarme empatía o repudio.