Eterno Retorno

Sunday, January 07, 2024

Livio y los osos

 


Como tantas veces ocurre, Livio despierta en la madrugada. La boca seca, la taquicardia, la meadera incesante y calambres en la pierna derecha cumplen con sacarlo de la cama. La diferencia es que hoy su recamara está  oscuras. Normalmente duerme con la lámpara de la mesa de noche encendida, pero hoy la casa está en tinieblas. Lo coherente sería llamar a Arnauda para que él se encargue de mover a los empleados de la Comisión de Electricidad. Seguramente debe tratarse de un corto o alguna avería en su planta energética particular. Está a punto de llamar, pero entonces repara en que son las 2:30 de la madrugada y uno de los propósitos  de su nueva vida de serenidad y desapego, es dejar de molestar a los empleados a cualquier hora que se le antoje. Ya amanecerá y entonces con calma llamará a su escudero para que se haga cargo de la situación. La sensación de estar totalmente a oscuras en medio de la madrugada invernal lo hace sentirse en comunión con el entorno. El mayor magnate del cemento es un hombre solo en lo alto de la montaña. El mayor privilegio que ha podido costearse con sus millones es este silencio y esta soledad, pero ni el silencio ni la soledad durarán mucho esta madrugada. Aún no llegan los primeros rayos del sol cuando el ruido de un cristal que se hace añicos lo arranca de la duermevela. Ruido de pasos, de objetos cayendo y un sordo gruñido. Sale de su habitación y desde lo alto de la escalera distingue las gigantescas sombras en la sala. Nunca había ocurrido pero siempre hay una primera vez: los osos han entrado a su casa y al parecer son cuatro. Los siente husmear en la sala y la cocina. Una vez que den con la alacena sin duda darán cuenta de todo. Lo primero que se le ocurre es grabarlos pero para su mala fortuna ha dejado el celular cargando en el antecomedor. Si quiere ir por él deberá bajar la escalera y pasar junto a los osos. No solo no puede grabarlos sino que tampoco está en sus manos llamar ahora sí a Arnauda para que venga a rescatarlo.