Sabios son los fantasmas de las 5:00 a.m.
Un
prófugo del insomnio
Sale
a las calles tokianas a cazar
La
primera luz del Sol Naciente
Exilado
de la cama
Un
cazador de amaneceres
Yace
en desiertas avenidas
De
un Tokio aún durmiente
El
silencio presagia la furia
De
la bestial urbe amodorrada
Y
las sombras son heraldos
Del
despiadado astro flagelo.
Sabios
son los fantasmas de las 5:00 a.m.
Confidentes
en un bosque de símbolos ignotos
En
el indescifrable País de las Maravillas.