La continuidad de una larga charla postergada
La Feria del Libro de Tijuana es, esencialmente, un
ritual de reencuentros, la continuidad de una larga charla postergada. Al final
del camino, eso es lo lindo de celebrar la fiesta en casa: que a todas las personas con las que compartes libros
e historias las conoces, que con todas tienes al menos una anécdota o recuerdo
en común en algún tramo de esta larguísima vereda de calle pateada en
menesteres periodísticos o literarios. Últimamente me he vuelto un poco más ermitaño,
pero un soplo de entrañable vagancia libresca como el de ayer, me hacer recordar lo mucho que he disfrutado andando
en este sendero de salmón. De verdad colegas: me puso muy contento poderles
saludar después de tanto tiempo. Gracias por compartir conmigo este arado marino.