Acaso toda biblioteca sea una divina utopía

 

La biblioteca peregrina yace en su nuevo hogar. Los dos tomos de Las Mil y Una Noches fueron los primeros libros en ser colocados sobre la madera del recién estrenado librero. Le agradezco muchísimo a mis colegas del Colegio Eiffel que en forma tan entusiasta hicieron equipo para empezar a acomodar los ejemplares en su nueva morada y a Gustavo Fernández De León, Claudia y a toda la familia Editorial Ferdel por impulsar este proyecto que apenas arranca. Gracias al Profesor Briseño y a su esposa Sofía por acompañarme a esta simbólica inauguración y por supuesto a Iker y a Carol, fuente de toda fuerza e inspiración, quienes se han acostumbrado a vivir en una casa eternamentesepultada bajo montañas de libros.

Acaso toda biblioteca sea una divina utopía, pero esa utopía es una pista de despegue para viajar tan lejos como queramos, una galería de infinitos portales hacia otros mundos. Ya les iremos platicando lo que sigue. Este viaje apenas comienza.