Eterno Retorno

Thursday, March 19, 2020

Pues resulta que nuestro vecinito ya declaró la cuarentena obligatoria. Hace unos minutos escuchamos al gobernador californiano Gavin Newsom dar un sobrio pero inquietante discurso. Sin aspavientos ni dramas, informó que California cuenta con capacidad de atender a 87 mil pacientes en sus 416 hospitales, pero la estimación es que la capacidad será simplemente insuficiente, pues el cálculo es que el 57% de los californianos se van a enfermar. Ante semejante situación, el gobierno ya se puso a habilitar dormitorios universitarios e incluso hoteles y moteles que podrán fungir como hospitales. No son enchiladas que California se paralice. Si fuera un país, el vecinito sería la quinta economía de este planeta. Yo creo que desde los tiempos de Pearl Harbor, cuando los californianos temían ser invadidos por los japoneses, no se vivía semejante parálisis. Claro, aquí en Tijuas uno podría estar muy tranquilo diciendo que eso pasa allá y no aquí, pero sucede que la frontera más cruzada del mundo es la nuestra. No solo somos el corredor comercial binacional más grande, sino que compartimos ecosistema, agua y decenas de miles de habitantes que van y vienen todas las semanas y cuya existencia transcurre a ambos lados de la frontera. Si California estima que el 56% de su población se va a enfermar ¿podemos considerar números similares en Baja California? Los vecinos tienen 416 hospitales y pueden atender a 87 mil pacientes. ¿Cómo andamos nosotros? Según los datos oficiales de Coplade (gracias al Twiter de Heriberto Yépez por el tip) en nuestros hospitales públicos contamos con 2 mil 229 camas. No más. Según el último censo, en Baja California somos tres y medio millones de habitantes, (aunque es obvio que para estas fechas ya pasamos de los cuatro millones). Si nos pusiéramos en plan muy benévolo y la peste afecta solo al 10% de la población bajacaliforniana, tendríamos 350 mil enfermos. 350 mil enfermos para 2 mil 229 camas, solo si se enferma el 10%. A ver, venga el problema razonado de la primaria: ¿Cuántos enfermos deberán acostarse en cada cama para poder atenderlos a todos? Saquen la cuenta. Moraleja: mejor nos vamos encomendando al santito del amuleto porque esto ya huele a Pure Fucking Armagedón.