Eterno Retorno

Tuesday, March 05, 2019

De repente, inmerso en mis naufragios de lector disperso, Mircea Cărtărescu me habla de cierto “colorete fabricado con pis de gato, en perfume de esperma de marta cibelina, en flores exóticas marchitas y sospechosas, en ojos maquillados con un rímel grasiento que se escurriera como en los cuadros de Dalí”. Clarice Lispector describe la forma en que “la clara mancha de sol trepa por el muro rojo de la casa haciendo brillar la hiedra con mil luces de rocío. Encuentra una abertura, la ventana. Penetra. Y se apodera de repente del aposento, burlando la vigilancia de la cortina leve” Luis Humberto Crosthwaite narra (o canta) sobre “una canción que se pegó a los pensamientos de los cínicos y denostadores; hizo bailar a los hombres rudos; convenció a mujeres indecisas. El mundo dio un paso al frente. Frases y palabras nunca dichas salieron a tomar el sol”. José Luis Peixoto retorna a “ciertas noches, cuando se abrazaba a su madre, a su tibieza, sin poder dormir, oía pedazos de su voz rasgados pasándole por la cabeza como serpentinas”. Y desde el umbral de una villa-miseria, Gabriela Cabezón nos arroja “una llamarada humana corriendo una carrera epiléptica, con movimientos imposibles para un cuerpo humano y en un grito desgarrador, corría como quien cae, se abismaba sobre sus propios pies, contorsionándose al calor del fuego que la quemaba viva y la ondulaba con dinámica de llama”. A veces, el lector disperso y catastrófico en que me he transformado topa con algún párrafo que le sugiere un umbral hacia quién sabe dónde, mostrencas puertitas rumbo a abismos e idilios prosísticos que irrumpen como relámpagos o coletazos. La furtiva palabrería como la arena húmeda con la que levantarás un castillito para ofrendarle a la alta marea. Ya no aspiro a leer libros todopoderosos y absolutistas capaces de apoderarse de mí durante semanas. Hace tanto que no me ocurre. Hoy soy un lector picaflor e inconexo; leo y ruedo de allá para acá y con un párrafo volador me suelo dar por bien servido. Acaso ello explica el que poco a poco devenga en pepenador de poesía y similares. En fin, estas son mis lecturas y mis relecturas ¿No le gustan? No se preocupe, tengo otras.