Malcolm intenta acelerar el paso para resolver el misterio, pero tropieza una vez más. A lo lejos, en las alturas, alcanza a distinguir una fumarola. Jan debe estar ahí, donde brota el fuego. ¿Se está quemando el papel? ¿O acaso esta hoja en blanco es un volcán? Sí, eso es. Ahora lo comprende todo. El papel sobre el rodillo de la máquina es el Popocatépetl. Malcolm está escalando el volcán pero sus piernas no lo sostienen. Su cuerpo se derrumba como su pluma. Malcolm no puede sostenerse en pie y la pluma no puede dar forma a un párrafo legible. Vaya catástrofe. La hoja volcánica es un territorio adverso.
El cráter del volcán y el final de la novela son cimas siempre inalcanzables. Cuando está a punto de llegar siente la atracción del abismo y cae. Ahora hay una fuerza superior empujándolo al vacío. Ya no es simplemente un tropezón; es un total desbarrancadero sin sostenes que amortigüen su caída. Malcolm se precipita al fondo del barranco. El golpe final es un vuelco al corazón y un despertar sobresaltado.
Friday, December 22, 2017
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