No es cosa de un domingo cualquiera beberse el primer café de la mañana leyendo semejante nivel de reseña como la escrita por Ruth Vargas Leyva en una doble plana publicada hoy en suplemento Identidad. Toda creación literaria alcanza su plenitud cuando encuentra un lector, pero no es común encontrar un nivel de lectura tan profundo. Con largo y fructífero camino recorrido como poeta y con toda una vida encausando vocaciones en el aula, la doctora Ruth derrocha tablas como lectora. Lo suyo es desentrañar lo que Javier Cercas denomina el punto ciego de la novela. Ruth ha tenido la generosidad de leer Vientos de Santa Ana durante un viaje de Tijuana a Puebla y hoy nos comparte las impresiones de su lectura en las páginas 2 y 3 del suplemento cultural que dirige Jaime Cháidez Bonilla. Sólo puedo decir que hoy mi gratitud desborda como el café de la segunda jarra que ya hierve en la estufa. Sucede que releyendo esta reseña me he olvidado de apagar el fuego.
Sunday, July 10, 2016
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