Otra vez Playas de Tijuana. La desolada calle del Malecón al anochecer, un taxi desbocado llevándome lejos y el presagio de una densa caminata de retorno. Playas, algún teléfono público, intuiciones de recónditos litorales. Otra vez Playas. Por ahora no hay mucho más.
Demoré en testimoniar el abismo oceánico a ras de acantilado. Postergué hasta el infinito la imagen del agua salada bordeando la carretera Escénica. Un pozo de mar desde el barranco de El Vigía hasta el centro de la Tierra y acaso se sobreentienda lo de las colas de cetáceos, las sombras de las orcas irrumpiendo en la playa autopista, la profundidad sin límite. Torsos, aletas, abismal marea a la alza.
Thursday, June 23, 2016
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