Eterno Retorno

Saturday, June 04, 2016

Bueno, parece ser que alguien en el mundo ha leído Vientos de Santa Ana. Encontrar un lector, sea quien sea, es lo que da sentido a este compulsivo ejercicio de arrojar botellas al Pacífico. Pero cuando la persona que tuvo el detalle de dedicarte su tiempo lectura es uno de los escritores que más admiras, cuyo trabajo ha sido un punto de referencia y un ejemplo a seguir en tu vida y cuando, por si fuera poco, esa persona tiene la amabilidad de dedicar unas palabras a tu libro y además se llama Sergio González Rodríguez, te das cuenta que este aferre de arar en el mar no ha sido en vano y ha valido la pena una y mil veces. Acaso muchos años después (si es que a la aleatoriedad le da la gana darme vida) recordaré la oscura mañana bajacaliforniana del 4 de junio en que un mensaje de mi colega Patricia Vega me llevó de la mano hasta la columna del gran Sergio en Reforma. Aquí comparto lo que en ella encontré. Hoy solo puedo decir que estoy borracho de gratitud. http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/editoriales/editorial.aspx?id=89939&md5=5c88c1e421be868bb03a41456c2cebd6&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe