Anoche he vuelto a soñarme escribiendo la biografía de Argemiro Montaño, o tal vez sea más exacto decir que me he soñado reescribiendo el epílogo que creí concluir ayer. En mi sueño no escribía con fluidez y soltura, sino con apuro y miedo, como si una presencia invisible me dictara las palabras. Ahora no me soñé escribiendo en un viejo hotel de Nacozari, sino en mi escritorio, aquí en mi casa, exactamente en el mismo sitio donde ayer creí dar el cerrojazo a la historia de vida. En mi sueño el relato estaba escrito en primera persona y era un testimonio confesional. Un testimonio con el que comenzaba en la tarde de noviembre de 2012 en que recibí una llamada del director del Instituto de Cultura de Baja California para notificarme que estaba cordialmente invitado a presentar mi colección de biografías en la Feria del Libro de Hermosillo.
Tuesday, January 14, 2014
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