Iker ya tiene un par de dientitos que se asoman curiosos por ahí. También ha perfeccionado sus técnicas de desplazamiento.
¿Quieres un viernes a la carta?
Al medio día vas al remodelado a malecón a pasear con Iker. El Sol pega sabroso después de un verano particularmente frío.
Pides un pescado al mojo de ajo en el Terraza Vallarta. Iker está contento.
Por la noche, de vuelta a casa, sales al patio
Te sirves un whisky irlandés
Sacas las bocinas y tu iPod
Pones un disco del Reverend Bizarr y después uno de Rainbow en homenaje al gran DIO
Sacas tu lap top
Te entretienes leyendo las palabras que has desparramado en las últimas semanas y que según tú se convertirán en un ensayo
A ratos lees un oscuro libro de John Ajvide Lindqvist llamado “Déjame entrar” que te está gustando un chingo.
Sientes el nocturno airecito helado del mar soplando en tu cara y piensas que si al mesero de la vida tuvieras que pedirle un viernes a la carta, pedirías uno como este y piensas que con todo y sus escupitajos políticos, la vida ha valido la pena ser vivida.
¿Quieres un viernes a la carta?
Al medio día vas al remodelado a malecón a pasear con Iker. El Sol pega sabroso después de un verano particularmente frío.
Pides un pescado al mojo de ajo en el Terraza Vallarta. Iker está contento.
Por la noche, de vuelta a casa, sales al patio
Te sirves un whisky irlandés
Sacas las bocinas y tu iPod
Pones un disco del Reverend Bizarr y después uno de Rainbow en homenaje al gran DIO
Sacas tu lap top
Te entretienes leyendo las palabras que has desparramado en las últimas semanas y que según tú se convertirán en un ensayo
A ratos lees un oscuro libro de John Ajvide Lindqvist llamado “Déjame entrar” que te está gustando un chingo.
Sientes el nocturno airecito helado del mar soplando en tu cara y piensas que si al mesero de la vida tuvieras que pedirle un viernes a la carta, pedirías uno como este y piensas que con todo y sus escupitajos políticos, la vida ha valido la pena ser vivida.