Escribir para bucear dentro de las venas del cuerpo hambriento de la noche. Cortar las riendas, cabalgar la bestia hacia las imágenes ocultas. En este templo me seducen los dioses de todas las mitologĂas. Mi mente es la daga, mi cuerpo altar de sacrificios, hay que inmolarse para despertar en el orden perfecto, donde los fantasmas duermen bajo la ropa, para hacernos jurar que son mentira.
Thursday, December 25, 2008
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