Los norteamericanos festejaron el día de su independencia viniendo a cargar el diesel que subsidiamos los mexicanos con nuestros impuestos, mismo que agotaron en menos de cinco horas.
Para cientos de ciudadanos estadounidenses el 4 de julio no se vivió con luces artificiales y sombreros de copa pintados de barras y estrellas, sino en medio de interminables filas en torno a las gasolineras para poder cargar el poco diesel que quedaba.
El poco diesel que queda en las gasolineras de Tijuana lo disputan los transportistas con “uñas y dientes”.
En lugar de festejar el 4 de julio agitando sus banderas y tronando cohetes en la playa, cientos de estadounidenses aprovecharon su día festivo para surtir todo el diesel posible aprovechando la diferencia de precio.
Gracias que los impuestos de los ciudadanos mexicanos subsidian el diesel, el producto es 40% más económico en Baja California que en California, lo que muchos han aprovechado al máximo para hacer el negocio de sus vidas e irlo a vender a su tierra.
Para cientos de ciudadanos estadounidenses el 4 de julio no se vivió con luces artificiales y sombreros de copa pintados de barras y estrellas, sino en medio de interminables filas en torno a las gasolineras para poder cargar el poco diesel que quedaba.
El poco diesel que queda en las gasolineras de Tijuana lo disputan los transportistas con “uñas y dientes”.
En lugar de festejar el 4 de julio agitando sus banderas y tronando cohetes en la playa, cientos de estadounidenses aprovecharon su día festivo para surtir todo el diesel posible aprovechando la diferencia de precio.
Gracias que los impuestos de los ciudadanos mexicanos subsidian el diesel, el producto es 40% más económico en Baja California que en California, lo que muchos han aprovechado al máximo para hacer el negocio de sus vidas e irlo a vender a su tierra.