Eterno Retorno

Thursday, June 07, 2007

En Voz de Borges

En Voz de Borges. Sólo por este libro valió la pena ir a la Feria del Libro. El chileno Waldemar Verdugo Fuentes es el autor-compilador o más bien dicho el entrevistador.
Husmeando en el puesto de libros usados de la Feria del Libro de Tijuana (el que más atrae mi atención en toda la feria) encontré el ejemplar, de editorial Eosa, edición 1986 (y doy por hecho que no hubo reediciones)
Puras entrevistas con Borges, con un Borges viejito y ciego, realizadas en 1983 a tres años de su muerte. Rara vez un escritor me interesa como persona y las más de las veces me aburren horriblemente, pero JLB es punto y aparte. Borges levita sobre la tierra, más allá de los mortales. Las entrevistas del chileno son buenísimas. Borges es ante todo un gran conversador y los temas abordados son de lo más diversos. ¿Sabías que a Borges no le gustaba Piazolla? ¿Que a Borges (ya ciego) le leyeron algunas páginas de 100 años de soledad, pero se aburrió tanto que interrumpió la lectura antes de página 100? ¿Sabías que Borges no leyó El Túnel ni Sobre Héroes y Tumbas de Sábato, pero se fascinó con Uno y el Universo? ¿Sabías que a Borges consideraba una pérdida de tiempo leer a Proust y consideraba a Fitzgerald un escritor menor? ¿Sabías que a Borges no le gustaba Gabriela Mistral, pero admiraba sobre todas las mujeres a la chilena María Luisa Bombal? ¿Sabías que el primer cuento que Cortázar publicó en Argentina lo hizo gracias a la gestión de Borges? En fin Borges es al único tipo en el mundo al que le perdono que odie el futbol.

Por lo que a la Feria del Libro respecta no la criticaré. Que es chica, sí, que venden exactamente los mismos libros que puedes encontrar los 365 días del año en Tijuana, sí, que a veces hasta en el Sanborns de la Ocho encuentras algo más, sí. Pero ¿Qué carajos quieren? Estamos en Tijuana, no en Buenos Aires. ¿Cuántos lectores hay aquí? Ya me parece de por sí bastante heroico, casi milagroso que en una ciudad como Tijuana exista desde hace 25 años una feria del libro. Es casi un apostolado de los libreros poder mantener el evento. No es lo mismo ser un librero en Madrid o Buenos Aires que en Tijuana. Ser librero en Tijuas requiere ante todo abnegación, huevos, amor por los libros y eso se aprecia.
Por lo que a autores y presentaciones e refiere, es algo que me vale madre. Por mi pueden no traer a ninguno, pues bien sabido es que las presentaciones de libros me aburren de sobremanera. Son eventos tan patéticos y aburridos, que después de presenciar una presentación de libro justifico que haya millones de personas que desprecien el hábito de la lectura. Los libros son la fascinación en estado puro, en los libros se encuentra gran parte del sentido de mi vida y es por eso que me resulta tan deprimente que los escritores y promotores culturales se encarguen de rodear la literatura de aburrimiento y patetismo.


Dimmu Borgir (por poco olvido la reseña)

Un mayo nubladito y húmedo el que se ha vivido en la región Tijuana-San Diego y el sábado 19 de mayo no fue la excepción. Tarde oscura y de un fresquito cachondo la que se dejó sentir. A las 17:00, en el aula principal del Instituto de las Americas en la UCSD, concluía con mi presentación en el seminario especializado sobre Geopolíticas energéticas en Latinoamérica. Me tocó hacer una exposición sobre el modelo de privatización de la compañía petrolera estatal de Dinamarca DONG. El seminario se dio por concluido y mis compañeros de clase, mitad sudamericanos, mitad chilangos, se alistaban para ir a cenar a las calles del Gaslamp, sin embargo no pude acompañarlos, pues otro compromiso venido directamente de Noruega me aguardaba en el SOMA. Y es que no todos los días de la vida tiene uno la chance de ver por estos rumbos a una banda de Black Metal del tamaño de DIMMU BORGIR. Llegué al SOMA como a las 19:30 en cuya puerta ya me aguardaba mi compa Octavio. En el interior, los canadienses Kataklysm abrían el Aquelarre. A estos compas de Kataklysm los vi en 1995, cuando eran una banda debutante en el mítico Factores Mutuos de Monterrey. Un brutal death black muy técnico el de estos los canadienses. Lástima que sólo tocaron media hora. Tocó el turno a Devil Driver y los putazos se pusieron de peso. Es la segunda vez que veo a esta banda. Hace apenas un año me la chuté abriéndole a Opeth y a Dark Tranquillity. Buenas bestias, aunque nada original. Luego le tocó el turno al capítulo más metalcorero de la noche. Desde la tierra de la Samuel Adams, la bellísima ciudad de Boston, llegó Unearth. El Metal Core vive momentos de gloria en Estados Unidos. No les hables de Power Metal o Metal Melódico porque nada saben, pero el Metal Core marca Unearth, Lamb of God, Hatebreed les rompe la madre en el sentido más literal de la palabra. Pinche mosh-pit asesino el que se monta el público gabacho metalcorero. Los tochitos de futbol americano de mi adolescencia se quedaban cortos. Los chingazos estuvieron a toda madre, perro slam mal intencionado el que generó Unearth con rolitas como Giles, Black Hearts, The Chosen y Sancticity of Brothers. Pero la noche le pertenecía a los noruegos. 22:00, puntualidad escandinava, luces apagadas, intro melódico, Sagrath con su abrigo de cuero, cruz invertida en la espalda oficiando desde las alturas como sacerdote de las tinieblas: Dimmu Borgir estaba entre nosotros. La rola abridora fue Progenies of the Great Apocalypse. Nuevo integrante en la bataca, el célebre Hellhammer, único sobreviviente de la leyenda maldita Mayhem ya vaya que le pega al tambor. ¿Lo más chingón? Las voces melódicas de Vortex, ex vocalista de Borknagar, inundando la oscuridad. Vaya que Vortex aporta a la banda con su voz. Cataclysm Children, Vrdesbyrd, Kings of Carnival Creation (punto fuertísimo de la tocada), IndoctriNation sonaron perfectas, demenciales. ¿Mi rola preferida de la noche? Succubus in Rapture, particularmente oscura, dedicado a todas las diablesas que acudieron al Aquelarre. The Insight and The Catharsis, Moonchild Domain y otras rolitas completaron la velada, que cerró con Spellbound by the devil por ahí de las 23:30 y de regreso a La Jolla no son antes pasar a la licorería por un six de Samuel Adams. Satanás nos conceda tocadas como esta más a menudo.