Eterno Retorno

Tuesday, September 06, 2005

Tijuana es una ciudad joven. Una adolescente en plena pubertad.
Si atendemos a la fecha oficial de su fundación, es decir el año de 1889 (que les guste o no es la fecha oficial), Tijuana tiene en este momento la edad que tenía Monterrey en el año 1712 y la edad que tenía Veracruz en el año 1635.
Si tomamos en cuenta la fundación de Tenochtitlán, que se supone fue 1325 cuando las huestes de Tenoch y Acamapichtli llegaron al lago de Azcapotzalco, la capital de Imperio Azteca tenía la edad de Tijuana en 1441. Pero eurocentrista como soy, considero que la verdadera fecha de fundación de la Ciudad de México es el 13 de agosto de1521 fecha en que las gloriosas y heroicas huestes de Don Hernán Cortés y Don Pedro de Alvarado tomaron la ciudad luego de capturar al emperador Cuauhtémoc cuando intentaba escapar en una barca por el lago. Tomando en cuenta dicha fecha, Chilangolandia tenía la edad de nuestra Tijuana en 1637.

Si partimos como base de la edad promedio de las principales ciudades mexicanas, se puede afirmar que Tijuana es una ciudad en plena adolescencia, diría en pubertad. Es simplemente una morrita. Por si fuera poco, su verdadera explosión demográfica se dio a partir de la segunda mitad del Siglo pasado y realmente mete el acelerador a partir de 1980.

Hace casi un año, el 31 de octubre de 2004, publiqué en Frontera un trabajo basado en un estudio del Colef donde se estima que en 2020, San Diego y Tijuana habrán empatado en número de pobladores.
Lo increíble, es que hace 100 años, la población de San Diego era 18 veces más grande que la de Tijuana. En el año 1900, había en San Diego más de 18 mil habitantes y en Tijuana apenas unos mil.
El estudio del Colef concluye que de acuerdo con la tendencia mostrada, en la que Tijuana ha duplicado y en ocasiones hasta quintuplicado la tasa anual de crecimiento de San Diego, todo hace indicar que en 15 años tendrán la misma población.Para el año 2020, según el estudio, Tijuana tendrá 3 millones 822 mil 122 habitantes lo que significa un crecimiento 2.5 millones de habitantes más de los que tiene en la actualidad.El condado de San Diego tendrá una población de 3 millones 853 mil 300 habitantes, que significan apenas 900 mil habitantes más de lo que tiene en estos días. Según el estudio, en el 2020 habrá entre Tijuana y San Diego 7 millones 675 mil habitantes en toda la región, casi el doble de los que hay hoy en día.
Nomás para que se de una idea, en 1990, la población de Tijuana era de aproximadamente 747 mil personas, pero diez años después, en el año 2000, había llegado a 1 millón 309 mil habitantes.


Es decir, en 15 añitos la población se casi duplicó. Háganse una idea de lo que eso significa. Toda esa cantidad de gente, más de medio millón de almas, no estaban aquí en 1989. Yo me cuento entre esos cientos de miles de personas. Llegué a Tijuana en 1999. Así como yo, conozco personalmente a más de 150 personas, por dar una cifra conservadora, que llegaron en los últimos cinco años. Y conste que las cifras oficiales de Inegi siempre son conservadoras. En Tijuana hay varias decenas de miles de tipos que constituyen eso que llaman población flotante. Están aquí por mientras, aunque su sala de espera se puede alargar a varios años.
Imagínense: En los próximos 15 años habrá en Tijuana 2.5 millones de tipos que en este momento no están en nuestras calles. 2.5 millones que respirarán este aire, demandarán servicios, pavimento, empleo, diversiones, pisto, amor y un pedacito de tierra para ser enterrado.

Ante semejante panorama social, me parece por demás absurdo que alguien pierda tiempo en tratar de definir la mística, el espíritu o la esencia de lo que es verdaderamente tijuanense. ¿Qué carajos puede ser lo auténticamente tijuanense? Por favor, hay un chingo de Tijuanas, todas igualmente auténticas. En esta ciudad sería estúpido tratar de pintar raya y definir lo que es o no es auténtico.

Que si los foráneos no comprendemos la esencia de esta ciudad, que si las nuevas generaciones tienen otra visión, que sólo aquel que creció en las calles de la Libertad y la Altamira y conoció Cartolandia y el río sin pavimento sabe lo que es esto y bla, bla, bla. This is Bullshit. Exabruptos de nostálgicos.

Seamos realistas: Eso que llaman historia de Tijuana son apenas unas cuantas anécdotas. La Historia con mayúsculas, es aquella que define o condiciona el presente de una sociedad como los cimientos sostienen una casa. Tijuana no es una ciudad marcada ni condicionada por su historia. Su Historia se está escribiendo.

Tijuana vive de unos cuantos mitos que no la condicionan ni la definen. Con o sin la invasión filibustera de 1911, (lo único más o menos parecido a una gesta heroica en el anecdotario tijuanense) Tijuana sería hoy la Tijuana que es. Igualita. Bueno, tal vez le faltaría el monumento que está frente al Toreo. Tampoco se definió la esencia de Tijuana por Juan Soldado. Sí la define y la condiciona en cierta manera su leyenda negra. Aunque las noches románticas del Casino Agua Caliente tienen que ver más con la añoranza por una mística de glamour, Tijuana no sería concebible sin sus historias de putería y alcohol. En algún momento, el turismo desenfrenado constituyó casi su razón de ser y el soporte absoluto de su economía. Hoy en día los ingresos que dejan los miles de turistas que vienen atraídos por nuestra vida nocturna siguen siendo significativos, aunque no son ya ni por mucho la principal fuente de ingresos de la ciudad.

No se cuál será el espíritu o la mística de los dos y medio millones de habitantes que vendrán a vivir aquí en los próximos años. No se si algún día llegarán a autoproclamarse tijuanenses, pero lo cierto es que beberán agua de la Presa y quieran o no, se quedarán en esta ciudad.

Al cruzar la carretera libre Tijuana-Rosarito, contemplo desde la colina la colonia Santa Fe. Son más de 20 mil casas. Ni una de ellas existía hace cuatro años. Hace poco, Carolina me hizo ver algo muy cierto: En unos ocho o diez años, cuando todos esos tepescuinclitos sean adolescentes, Sana Fe será una bomba de tiempo social. Decenas de miles de hogares de parejas jóvenes de la clase media baja, cuyos hijos tienen menos de cinco años de edad en este momento, serán, por pura ley de la probabilidad una incubadora de vándalos y maleantes. Algo así como el Infonavit Presidentes o la Ciudad de Dios de Brasil. Pero en fin, eso no es el punto. Santa Fe es solo una muestra de cómo crece Tijuana. Por la naturaleza de mi trabajo, me ha tocado estar en los hoy desiertos parajes de lo que será la Tijuana del 2020. Les aseguro que muchos de los auténticos tijuanenses, habitantes de La Cacho y la Libertad aún no cruzan por el puente de la Presa ni recorren el Bulevar 2000 o el Valle de las Palmas. Eso que llaman el Centro de Tijuana hace mucho que dejó de ser su Centro geográfico. Todo lo que fue la Tijuana de 1950 será parte del Extremo Oeste de la ciudad. Los nuevos polos de desarrollo estarán en Valle Redondo, Valle de las Palmas, la Tercera Garita de Otay. Surgirán miles de hogares obreros cerca de la planta de Toyota, decenas de centros comerciales en los alrededores del Bulevar 2000. Tijuana, Tecate y Rosarito serán una misma mancha urbana La Tijuana del 2020 apenas tendrá algo que ver con la que vemos este día. Por eso me parece absurdo que tratemos de encerrar a Tijuana en el calabozo de una definición de lo que es y no es tijuanense. Por favor, sería tanto como exigirle a un puberto de 12 años de edad que defina su profesión, elija a su mujer y concrete su misión en la vida cuando apenas está aprendiendo a masturbarse.