La Salud
Fue en una banca del Parque Teniente Guerrero donde a media mañana, cobijado por la sombra de un árbol, abrí el sobre. Uno piensa que al abrir un sobre de esos enfrentará algo más contundente. Algo así como ya valiste madre, te ves a morir, estás de la re jodida. Pero nada de eso. Sólo números y términos a los que el calificativo de alto o bajo les concede su nivel de riesgo e importancia. Y siempre hay sorpresas, por supuesto. Eso no lo supe en ese momento, sino hasta que el doctor me lo dijo. Pero en fin, no voy a usar a Eterno Retorno para narrar las cosas que suceden debajo de mi piel. Después de todo, lo único que se es que me siento bien, que camino varios kilómetros al día, que trabajo sin problemas jornadas de más de 12 horas y aún me queda energía. Pero también me ha quedado que el poco o mucho tiempo que me quede de vida, tendré que aprender a vivir con un concepto que antes odiaba: Moderación. Así tan hedonista y excesivo como puedo llegar a ser, logro una capacidad espartana que sorprendería a cualquiera. Puedo ser infinitamente austero y sobrio si me lo propongo. La cuestión es lograr serlo por el resto de mi vida. Después de todo, puedo prescindir de todo o casi todo en este mundo y por fortuna aún hay en el arsenal muchos placeres en los que nadie me exigirá medida. Así que mejor cambiemos de tema de una buena vez por todas, que la vida sigue adelante y no piensa detenerse.
Un periódico ideal
Tijuana es uno de los sitios más complicados para satisfacer a los lectores, precisamente porque no existe una cultura homogénea.
Como trabajador de los medios, siempre leo con ojo crítico casi todos los periódicos, pues es algo que se relaciona directamente con mi trabajo.
Pero pienso en mí como lector. Suponiendo que no estuviera yo metido de manera activa en los medios de comunicación, que fuera un ciudadano ajeno por completo a los periódicos que se dedicara a vender alfombras u otra cosa sin vela en el entierro. ¿Qué me atraería de un periódico? ¿Qué cosas leería con interés?
Me atrae sí la información local, lo que pasa en mi entorno inmediato y la internacional. La nacional, seamos honestos, me aburre un poco. Leería un poco de editoriales, aquellas que tengan que ver con temas de mi interés o que sean escritas por columnistas con una mínima dosis de originalidad, lo cual es a menudo escaso en las páginas editoriales. De Deportes leería todas y cada una de las notas que tengan que ver con futbol, pero nada más. Para ser honesto, fuera de mi adicción incurable por el futbol, un deporte por el que la vida vale la pena ser vivida (y cierto interés muy moderado por el futbol americano), profeso una casi total indiferencia por no decir aberración por todos los deportes. Nada entiendo ni de box, ni de carreras de autos, mucho menos del odioso golf y el beis. De Espectáculos sólo leo lo que tiene que ver con rock, concretamente con metal, lo cual es muy escaso y en cultura lo que tenga que ver con literatura o historia, pues nada entiendo de performance, arte instalación, Tijuana Tercera Nación y cosas por el estilo. Así las cosas, si diseñara un periódico para mí, tendría sólo información local, internacional, una sección de puro futbol, otra de puro heavy metal, una gran sección de libros e historia y ya. ¿Cuánta gente compraría ese hipotético periódico? Muy poca pienso yo.
Fue en una banca del Parque Teniente Guerrero donde a media mañana, cobijado por la sombra de un árbol, abrí el sobre. Uno piensa que al abrir un sobre de esos enfrentará algo más contundente. Algo así como ya valiste madre, te ves a morir, estás de la re jodida. Pero nada de eso. Sólo números y términos a los que el calificativo de alto o bajo les concede su nivel de riesgo e importancia. Y siempre hay sorpresas, por supuesto. Eso no lo supe en ese momento, sino hasta que el doctor me lo dijo. Pero en fin, no voy a usar a Eterno Retorno para narrar las cosas que suceden debajo de mi piel. Después de todo, lo único que se es que me siento bien, que camino varios kilómetros al día, que trabajo sin problemas jornadas de más de 12 horas y aún me queda energía. Pero también me ha quedado que el poco o mucho tiempo que me quede de vida, tendré que aprender a vivir con un concepto que antes odiaba: Moderación. Así tan hedonista y excesivo como puedo llegar a ser, logro una capacidad espartana que sorprendería a cualquiera. Puedo ser infinitamente austero y sobrio si me lo propongo. La cuestión es lograr serlo por el resto de mi vida. Después de todo, puedo prescindir de todo o casi todo en este mundo y por fortuna aún hay en el arsenal muchos placeres en los que nadie me exigirá medida. Así que mejor cambiemos de tema de una buena vez por todas, que la vida sigue adelante y no piensa detenerse.
Un periódico ideal
Tijuana es uno de los sitios más complicados para satisfacer a los lectores, precisamente porque no existe una cultura homogénea.
Como trabajador de los medios, siempre leo con ojo crítico casi todos los periódicos, pues es algo que se relaciona directamente con mi trabajo.
Pero pienso en mí como lector. Suponiendo que no estuviera yo metido de manera activa en los medios de comunicación, que fuera un ciudadano ajeno por completo a los periódicos que se dedicara a vender alfombras u otra cosa sin vela en el entierro. ¿Qué me atraería de un periódico? ¿Qué cosas leería con interés?
Me atrae sí la información local, lo que pasa en mi entorno inmediato y la internacional. La nacional, seamos honestos, me aburre un poco. Leería un poco de editoriales, aquellas que tengan que ver con temas de mi interés o que sean escritas por columnistas con una mínima dosis de originalidad, lo cual es a menudo escaso en las páginas editoriales. De Deportes leería todas y cada una de las notas que tengan que ver con futbol, pero nada más. Para ser honesto, fuera de mi adicción incurable por el futbol, un deporte por el que la vida vale la pena ser vivida (y cierto interés muy moderado por el futbol americano), profeso una casi total indiferencia por no decir aberración por todos los deportes. Nada entiendo ni de box, ni de carreras de autos, mucho menos del odioso golf y el beis. De Espectáculos sólo leo lo que tiene que ver con rock, concretamente con metal, lo cual es muy escaso y en cultura lo que tenga que ver con literatura o historia, pues nada entiendo de performance, arte instalación, Tijuana Tercera Nación y cosas por el estilo. Así las cosas, si diseñara un periódico para mí, tendría sólo información local, internacional, una sección de puro futbol, otra de puro heavy metal, una gran sección de libros e historia y ya. ¿Cuánta gente compraría ese hipotético periódico? Muy poca pienso yo.