Eterno Retorno

Friday, April 30, 2004

América, Chivas, Pumas y Cruz Azul

En el puente de la Buenavista, mientras hago fila para dar vuelta a la Vía Rápida, una niña intenta venderme unas sombrillas para el parabrisas. Una de las sombrillas trae el escudo del América, la otra el del Guadalajara. Amablemente, le digo a la jovencita que si no tiene por ahí alguno de los Tigres. Se me queda mirando como cara de extrañeza
- Híjole, de esos no tengo, pero si quiere le consigo del Cruz Azul o de los Pumas-
- No gracias m hija, nos quedamos en las mismas, ahí para la otra- El semáforo se pone en verde mientras yo acelero preguntándome ¿Qué mosca le picó al futbol mexicano para permanecer esclavo de esos cuatro pinches equipuchos?
Llego a la Redacción, leo el Esto y la misma tecla. En la portada la carota despreciable del Bofo Bautista prometiendo que anotará y el Vergara apostando con Pérez Teuffer. Toda la santa semana el Esto se ha ido con puras portadas relativas a la grilla del clásico. No se saben de otra. América y Chivas. Y después Pumas y Cruz Azul. Como si el futbol mexicano se redujera a esos cuadros.
Digo, todas las ligas tienen sus equipos grandes, pero si revisas el historial reciente y no tan reciente de esos conjuntos, te darás cuenta que en los últimos 15 años, de 1990 para acá, cada uno de esos cuatro equipuchos ha podido ganar muy a huevo un título. ¿Se imaginan si Boca Juniors, Milán, Real Madrid, Bayer Munich, Manchester United presumieran un miserable título en 15 años y navegaran por sus ligas arrastrando el nombre y viviendo del pasado? Y miren que en México, a diferencia de Europa, tienes dos torneos al año y nuestros gloriosos equipos del Esto no son capaces de ganar. Pero el aficionado mexicano no es original. Vas a cualquier parte del Centro de la República o aquí mismo en Tijuana y le preguntas a la gente ¿A quién le vas? A las Chivas, a los Pumas, a la Máquina, al América. Puta madre. Digo, ahí está el Toluca, el Pachuca, el Necaxa que sí ganan. ¿Que no se saben de otra? Lo peor es que ni siquiera tienen motivos reales para irle a esos equipos.
Digo, yo le voy a los Tigres primero porque soy de Nuevo León, porque desde pequeño iba a ver sus partidos, porque mi abuelo es alguien que por años ha estado ligado a la Universidad de Nuevo León y yo mismo fui estudiante de esa Benemérita Institución. Los colores de los Tigres están tatuados en mi corazón y es por ello que no cabe la posibilidad de que apoye a otro equipo. Si Tigres no compitiera, yo vería el futbol mexicano como un simple espectador apático y no comprometido sentimentalmente. Con la misma apatía que veo el “clásico” América vs Chivas. Es más ni lo voy a ver, me da hueva es pinche juego sobrevaluado. El mejor Clásico de México es Tigres vs Monterrey. En América vs Chivas a cada rato ves juegos de 0-0, bien jodidos y en el Clásico del Norte mínimo hay garantía de que se pegan siempre unas buenas patadas. Pero Televisa es experta en darle atolito a los aficionados mexicanos. Está bien, disfruten su “clásico”. Yo me divertiré viendo como los Tigres damos un paso más a la liguilla mandando al descenso al San Luis (Lo siento Tuneros, es la venganza porque ustedes ascendieron derrotando en la final a Tigrillos). Pero nomás de puro coraje, no resisto las ganas (perdón a Lomelí por el plagio) de dar algo así como verdades batianas de estos cuatro impostores de las conciencias de la afición mexicana:


América- De entrada aclaro: No soy el típico cabrón que odia al América y se regocija con sus derrotas. A mí ese equipo me vale un reverendo carajo y me parece una actitud de lo más ordinaria y borreguil la del típico aficionado chiva y puma que odia a los cremas de todo corazón.
Pero sí me parece que es un equipo sobrevalorado. ¿Qué han hecho en 15 años? Un miserable título ganado contra su hermano empresarial y conquistado precisamente por un cuadro que llegó en octavo lugar a la liguilla, y que era de lo más defensivo, parco en su juego típico de Lapuente, rico en empates patéticos y que dependía de los cabezazos de Zamorano para anotar. De ahí en fuera, lo más espectacular ha sido el equipo aquel de la primera era Benhaker con Kalusha y Biyik. Lo demás, puro tiradero de dólares y blofeo innecesario para lavarle la cabecita a millones de mexicanos.

Chivas- El patrioterismo más barato hecho futbol. Chivas vive de su supuesta mexicanidad. Tacos, virgencita de Guadalupe, charros y Chivas. A huevo, viva México. Pero el equipo grande, el “más popular de este país”, sólo ha ganado dos miserables títulos en 34 años. Los sesenta ya pasaron, La época de Chava Reyes ya quedó muy atrás. El único gran equipo chiva que yo recuerdo, es aquel de Quirarte, Galindo y el Yayo que se coronó contra Cruz Azul en 87. De ahí en fuera pura y vil mediocridad dedicada a explotar los sentimientos nacionalistas de la raza de bronce, y por si fuera poco exacerbados con mercadotecnia barata a cargo de un nuevo rico.

Cruz Azul- Desde hace años oigo hablar de la crisis del Cruz Azul. Jugadores a medio sueldo, técnicos despedidos, rebeliones internas, la máquina descarrilada, promesas de salvación y lo mismo. La maquinita ha ganado un solo título en 24 años, aquel en que Hermosillo ensangrentado por la patada de Comizzo metió el penal de oro que lo coronó en León. El único gran equipo cruzazulino que fue digno de todo mi respeto, fue el que llegó a la Final de Libertadores contra Boca y si acaso aquel de Hermosillo y Zamora que mereció mejor suerte. Lo siento, yo nací en las épocas del Kaliman Guzmán así que no lo vi jugar. Lo que yo he visto, es una máquina casi siempre descarrilada, arañando repechajes, que juega con el estadio semivacío.


Pumas- Este equipo “grande” del futbol mexicano tiene nada más tres títulos en su historia, o sea los mismos que ha ganado Pachuca en cinco años y uno menos que Toluca, que de 1997 a 2002 conquistó cuatro. Digo, para el caso consideren equipo grande a mis Tigres, que tiene dos de liga y dos de copa. Eso sí, reconozco que Pumas casi siempre practica un futbol ofensivo y espectacular, aunque ha dejado de ser un productor de figuras de exportación. Le tengo cierto cariño a ese equipo por aquello de que en junio de 1991 asistí al Olímpico México 68 a ver aquella final que le ganaron al América con gol del Tuca, lo que es un grato recuerdo para mí. Pero fuera de ahí, el equipo de la UNAM es un simple gato montés, un felino menor y de escasa peligrosidad si se le compara con un señor Tigre de Bengala que lo venció en casa en la final de 1978, cuando contaba con escasos cuatro años en Primera División.

Por lo demás, si mis Tigres no llegan, ojalá que los Jaguares de Chiapas se coronen y le callen el hocico a los equipillos “grandes”.