Primavera y baches
Idus de marzo. La primavera ya nos saluda en el viento. Por la carretera libre a Rosarito ya pintan las colinas de intenso verde (un color políticamente tan prostituido en la actualidad). Las lluvias han dejado su herencia. La liebre loca de marzo empieza a correr por las praderas. Hasta las nubes que sirven de sombrero a las Islas Coronado están limpias. Claro, la lluvia ha dejado otra herencia: Las calles de Tijuana y Rosarito están felices de estrenar tanto bache nuevo. Oiga a migo: ¿Sus llantas están aburridas de los mismos baches? No se preocupe, nuestras calles, siempre novedosas y vanguardistas se encargarán de sorprenderlo y hacerlo caer en un cráter lunar, donde ayer creía usted recordar que había pavimento. En esta ciudad siempre habrá un bache nuevo por descubrir.
Idus de marzo. La primavera ya nos saluda en el viento. Por la carretera libre a Rosarito ya pintan las colinas de intenso verde (un color políticamente tan prostituido en la actualidad). Las lluvias han dejado su herencia. La liebre loca de marzo empieza a correr por las praderas. Hasta las nubes que sirven de sombrero a las Islas Coronado están limpias. Claro, la lluvia ha dejado otra herencia: Las calles de Tijuana y Rosarito están felices de estrenar tanto bache nuevo. Oiga a migo: ¿Sus llantas están aburridas de los mismos baches? No se preocupe, nuestras calles, siempre novedosas y vanguardistas se encargarán de sorprenderlo y hacerlo caer en un cráter lunar, donde ayer creía usted recordar que había pavimento. En esta ciudad siempre habrá un bache nuevo por descubrir.