Eterno Retorno

Wednesday, November 12, 2003

El matador de toros David Silveti se suicidó. Debe haber sido el karma; se le aparecieron los espíri-tus de cientos de inocentes toros masacrados sólo para deleitar una morbosa concurrencia sedienta de sangre. Si te querías morir ¿Porqué carajos no te aventaste al ruedo a pelear tu solo con un toro? Así con tus puños, sin tu espada y sin tus pinches rejoneadores de mierda listos para hacerte el paro. Hubiera sido más digno morir frente a un toro, sentirlo enterrándote su cuerno en los huevos, en lugar de morir de un simple balazo. Ni pedo, quién te manda ser torero. ¿Descansarás en paz? A todos los toreros del Mundo: I will piss on your grave-