arar en el mar en los años setenta
La
coherencia entre el decir y el hacer es atípica en estos tiempos y por ello no
será sencillo llenar el vacío que deja Don Antonio Medina de Anda, alguien que
practicó lo que predicó hasta el último día de su vida. Luchador social,
militante de la auténtica izquierda, aquella que con todo en contra araba en el
mar en los años setenta, Don Antonio hizo escuela. Como catedrático y director
de la Universidad Pedagógica Nacional en Tijuana sembró semillas en no pocas generaciones de jóvenes. Columnista de la generación fundadora de Frontera en 1999, gran lector, siempre curioso e
inquieto, Medina de Anda se mantuvo como roble. Grande Don Antonio. Rojo es el
vino con el que esta tarde brindamos por usted. Por siempre en la memoria.
Hasta la Victoria Siempre...