![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvUbcFkAzxW_rORkGLtxVthDkginZMS3pGHGNmdviofajBwFoWnh9YXlC1jfoyL8fYBGM4KpCzIx4BevgkaVchecovU1BXMQgjAj1kPekYSes2Djjr7NVc3VhZv7miGUIQ1sJ0Ng/s320/FOTOS+DIAS+FINALES+NOVIEMBRE+258.jpg)
Iker cumplirá un año en nueve días. La vida tiene prisa y corre veloz, mucho más rápido que mi capacidad de asimilarla. De pronto, ya no somos padres de un bebito de meses, sino de un niño de un año. A veces desearía que el tiempo corriera a paso de tortuga, que me diera un respiro, que no fuera en cámara rápida. ¿Cómo asimila el mundo un pequeño de un año? Lo único que se, es que a ese mundo que lo rodea se lo quiere comer explorando cada mínimo rincón, con especial predilección por aquellos rincones que representan un peligro.