Todos los caminos conducen a...
Llegué
con un terrible retraso de 20 años a esta serie y solo me queda preguntarme: ¿pero
qué carajos estuve haciendo yo todo este tiempo? ¿Cómo pude estarme perdiendo
de algo tan bueno? Roma es simplemente chingona. Superó mis expectativas. Un drama profundamente shakeaspeareano. Lo
mejor, sin duda, es la construcción de los personajes. La historia romana
siempre me ha apasionado y en especial el periodo ahí relatado, el ascenso y
caída de Julio César y la transición entre la República y el Imperio. Mi puerta
de entrada a la historia romana fue Astérix y Obélix. Ya después me puse a leer
novelas históricas y clásicos de la época. Desde el testimonial Comentarios de
la Guerra de las Galias y la Guerra Civil escrito por el propio Cayo Julio César,
hasta las biografías de césares de Suetonio y por supuesto la tragedia de Shakespeare.
Lo último que he leído son las Vidas paralelas de Plutarco. Por supuesto en Roma
hay no pocas licencias ficcionales, pero al final es una serie dramática, no un
documental historiográfico.
Los
personajes más abiertamente ficticios son el centurión Lucio Voreno y el legionario
Tito Pullo que por cierto sí son mencionados brevemente por Julio César en sus Comentarios
de la Guerra de las Galias. No sé si
Marco Antonio y Atia de los Julios, hayan sido tan grotescamente frívolos y
despiadados como los pintan. También me parece muy poco favorecedora la caracterización
de Cicerón como lambiscón y oportunista. Interesante la caracterización
infantiloide de Cleopatra, un personaje tan manoseado por Hollywood. Lo mejor,
sin duda, Julio César, el primer gran político populista de la historia y
particularmente bien caracterizado me parece Bruto, quizá el más shakespereano
de los personajes, inmerso en sus dudas, su culpa y su tormento interior. Eso
sí, me extrañó un poco que no se recrearan las clásicas frases que desde
Suetonio a Shakespeare se han inmortalizado: “La suerte está echada”, Ya llegan los Idus de
Marzo, ¿También tú… Bruto?”
Roma
es la primera serie en mucho tiempo que me mantiene despierto e involucrado. Lástima
que solo sean dos temporadas. La verdad es
muy difícil que un drama audiovisual logre entretenerme. Si a la mitad del
primer capítulo no estoy enganchado simplemente la dejo. Llego a la conclusión
de que las mejores series que he visto en mi vida arrancaron en la primera
década de los 2000. Si tuviera que hacer un top de las mejores series que he
visto, anotaría Vikings, Sons of Anarchy y Breaking Bad. Para mí son las tres
mejores. Pelearía el pódium Peaky Blinders. Roma se anotaría dentro de ese
grupo, pese a lo corta que es. De las series que he visto en los últimos años, creo
que me quedaría con American Primeval (pura esencia de Meridiano de Sangre de
Cormac McCarthy) y Your Honor. Hay algunas muy celebradas que a mí nomás no me han
prendido, como Last of us.
Ojalá
hubiera más series como Roma. Podría decirles que ciertas situaciones y ciertos
personajes me parecen terriblemente actuales, pero esa es ooootra historia.
Llegué
con un terrible retraso de 20 años a esta serie y solo me queda preguntarme:
¿pero qué carajos estuve haciendo yo todo este tiempo? ¿Cómo pude estarme
perdiendo de algo tan bueno? Roma es simplemente chingona. Superó mis
expectativas. Un drama profundamente shakeaspeareano. Lo mejor, sin duda, es la
construcción de los personajes. La historia romana siempre me ha apasionado y
en especial el periodo ahí relatado, el ascenso y caída de Julio César y la
transición entre la República y el Imperio. Mi puerta de entrada a la historia
romana fue Astérix y Obélix. Ya después me puse a leer novelas históricas y
clásicos de la época. Desde el testimonial Comentarios de la Guerra de las
Galias y la Guerra Civil escrito por el propio Cayo Julio César, hasta las
biografías de los césares de Suetonio y por supuesto la tragedia de
Shakespeare. Lo último que he leído son las Vidas paralelas de Plutarco. Por
supuesto en Roma hay no pocas licencias ficcionales, pero al final es una serie
dramática, no un documental historiográfico.
Los
personajes más abiertamente ficticios son el centurión Lucio Voreno y el
legionario Tito Pullo que por cierto sí son mencionados brevemente por Julio
César en sus Comentarios de la Guerra de las Galias. Personajazos. No sé si
Marco Antonio y Atia de los Julios hayan sido tan grotescamente frívolos y
despiadados como los pintan. También me parece muy poco favorecedora la
caracterización de Cicerón como lambiscón y oportunista. Interesante la
caracterización infantiloide de Cleopatra, un personaje tan manoseado por
Hollywood. Lo mejor, sin duda, Julio César, el primer gran político populista
de la historia y particularmente bien caracterizado me parece Bruto, quizá el
más shakespereano de los personajes, inmerso en sus dudas, su culpa y su
tormento interior. Extraordinaria la forma en que se muestra la maduración de
Octavio. Eso sí, me extrañó un poco que no se recrearan las clásicas frases que
desde Suetonio a Shakespeare se han inmortalizado: “La suerte está echada”, Ya
llegan los Idus de Marzo, ¿También tú… Bruto?”
Roma
es la primera serie en mucho tiempo que me mantiene despierto e involucrado.
Lástima que solo sean dos temporadas. La verdad es muy difícil que un drama
audiovisual logre entretenerme. Si a la mitad del primer capítulo no estoy
enganchado simplemente la dejo. Llego a la conclusión de que las mejores series
que he visto en mi vida arrancaron en la primera década de los 2000. Si tuviera
que hacer un top de las mejores series que he visto, anotaría Vikings, Sons of
Anarchy y Breaking Bad. Para mí son las tres mejores. Pelearía el pódium Peaky
Blinders. Roma se anotaría dentro de ese grupo, pese a lo corta que es. De las
series que he visto en los últimos años, creo que me quedaría con American
Primeval (pura esencia de Meridiano de Sangre de Cormac McCarthy) y Your Honor.
Hay algunas muy celebradas que a mí nomás no me han prendido, como Last of us.
Ojalá
hubiera más series como Roma. Podría decirles que ciertas situaciones y ciertos
personajes me parecen terriblemente actuales, pero esa es ooootra historia.