Eterno Retorno

Saturday, August 27, 2022

Sospecho que Nabokov y Don Agustín no se habrían llevado nada bien.

 


En su faceta de crítico y profesor de literatura en universidades gringas, Vladimir Nabokov puede ser  peor que un cadillo entre las nalgas. Vaya que si tira malaleche el rusito cuando se pone en plan ajerador. Para muestra este sui generis curso sobre el Quijote en donde (palabras más, palabras menos) se dedica a acuchillar a la que considera la novela más amarga y bárbara de todos los tiempos. Pepené este libro porque estaba muy barato y  tenía franca curiosidad por saber cómo lee a Don Quijote un ruso exiliado a los Estados Unidos. Un cazador de mariposas  al  que algunos consideran uno de los mayores novelistas del Siglo XX. Nabokov no esconde ni matiza sus filias y sus fobias. En su curso sobre literatura rusa, queda muy claro que idolatra a Tolstoi y detesta a Dostoievski y no se guarda nada a la hora acuchillar al pobre Fiódor. Pues lo mismo con Cervantes. Nabokov mira al Quijote con la odiosa óptica anglosajona que no parece concederle a Alonso Quijano  más valor que un episodio de Chespirito rico en pastelazos. Para abrir boca, Nabokov cae en el odioso y trilladísimo cliché de comparar a Cervantes con Shakespeare (saludos Harold Bloom). Según él, como personaje literario, Don Quijote a lo mucho  aspiraría a ser un vil paje del Rey Lear. Acusa a Cervantes de crear una visión absolutamente distorsionada de la historia y la geografía española, se burla de sus filias por el folklor pastoril y sus afanes de dramaturgo. Mucho más profunda, aguda e inteligente la forma en que Milan Kundera leyó el Quijote, que capta la esencia del  humor cervantino. La de Nabokov es una de las lecturas más parciales,  sesgadas y prejuiciadas del Quijote.

 No creo que mi abuelo haya leído a Nabokov, pero doy por hecho que lo habría detestado. Releo la Filosofía del Quijote de Agustín Basave y el primer párrafo me dice que “la imagen espiritual del hombre no sería completa sin el Quijote. Justamente por ello el personaje Don Quijote entró a formar parte de los cuatro o cinco entes de la ficción imprescindibles en la literatura universal. Tengo la certeza de que esta obra inmortal de Cervantes está entrañada toda una antropología axiológica”. No, sospecho que Nabokov y Don Agustín no se habrían llevado nada bien.