He ido a pasear por las calles de la ciudad palimpsesto. La urbe que se devora a sí misma; donde la iglesia se edifica sobre la pirámide, la vecindad sobre el convento y el puente sobre un lago que hoy es puro polvo de nostalgia en penumbra. La ciudad donde el metro irrumpe entre los vestigios prófugos de la Noche Triste y donde una mujer es capaz de hablarse de tú con los errabundos fantasmas que moran por las escaleras hacia ninguna parte de La Merced. Irremediablemente me siento atraído hacia aquellos libros donde la ciudad es el personaje principal y en el de Héctor de Mauleón esa urbe fabuladora es simplemente alucinante. Me siento honrado de haber sido su presentador en FeLiNo.
Friday, November 13, 2015
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