La noticia de la muerte del Gabo me encontró escribiendo (que es por ley de probabilidad como debe encontrarme cada acontecimiento que suceda en esta primavera en la que me he puesto a desparramar palabras en serio). Dado que no tenía abierto FB ni ningún periódico en línea, la noticia me llegó por un correo de la Fundación Nuevo Periodismo. Escribía sobre un científico ensenadense especializado en nanotecnología y de pronto, al ser arrancado de mi concentración y checar las páginas de El País y Reforma sentí una hueva insoportable por lo que vendría.
PD-Interrumpo la escritura de este texto porque en este preciso instante me acabo de enterar de la muerte de Gabriel García Márquez. Ignoro si entre los recursos y licencias del periodismo narrativo se conceda al reportero la posibilidad de contar en tiempo real lo que acontece en el mundo mientras desparrama los párrafos de una crónica-perfil que se ha comprometido a entregar antes del lunes. Si no se concede, entonces podemos omitir este paréntesis, pero intuyo que de haber futuro, acaso muchos años después, frente a un vaso de whisky, recordaré la nublada tarde de abril en que la muerte del Gabo me sorprendió escribiendo sobre nanotecnología y periodismo científico)
Friday, April 18, 2014
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