Esta Boca es mía
Este par de libros tienen historia. Uno de ellos, comprado usado en Parque Rivadavia en Caballito, tiene entre sus páginas (serendipia literaria pura) una tarjeta navideña de 1954 firmada de puño y letra por el mismísimo Alberto Jacinto Armando (el Estadio la Bombonera de Boca, se llama en realidad estadio Alberto J. Armando) directivo histórico del Xeneize. El otro (Boquita de mi colega Caparros) lo compré en una librería de Palermo. Esa noche, Carolina y yo cenamos en el restaurante Pepito (calle Montevideo casi esquina con Corrientes) y a un par de mesas de nosotros estaba cenando el mismísimo César Luis Menotti. No soy de pedir autógrafos, pero no todas las noches se encuentra uno cenando junto a un Doctor en Filosofía y Metafísica Futbolera, así que le pedí al Flaco que me firmara el libro recién comprado. Así las cosas, algún cariño profeso por este par de librajos boquenses.
Por felina solidaridad, mi equipo en Argentina es Tigre (los Matadores de Victoria) a quienes hemos ido a ver a su humilde estadio. No me gustan los equipos fashion (Real Madrid, Barcelona etc). Para que me entiendan, en España le voy al Bilbao y en Inglaterra a West Ham United (solidaridad maideniana con Steve Harris) Sin embargo, de la gran cofradía de equipos grandes en el mundo, hay uno solo por el que tengo una histórica debilidad: Boca Juniors