Eterno Retorno

Saturday, February 09, 2013

EPÍLOGO

Anoche, cuando revisaba por enésima vez mi prólogo y el orden de los textos de esta antología, recibí una llamada del Hospital de Salud Mental de Conejos, Chihuahua. La llamada era para notificarme de la extraña fuga del paciente Encarnación Leydelmonte. No había puertas vencidas ni cerraduras rotas y de hecho los candados estaban en su sitio. Hasta el momento les había sido imposible encontrar por dónde pudo salir del edificio el paciente prófugo, pues dos enfermeras lo habían visto recluirse en su habitación como todas las noches y se habían asegurado de cerrar bien las puertas del corredor. De hecho, los candados y los cerrojos no tenían huellas de forcejeo. La ventana de la habitación de Encarnación Ley del Monte estaba cerrada y su cama tendida. Lo único extraño, era que las blancas paredes de la habitación estaban tapizadas con hojas arrancadas de cuadernos cuadriculados escolares, de una Moleskine e incluso de hojas amarillas con datos para facturación de una compañía llamada Mundos Paralelos Daxdalia S.A de C.V. Todos los papeles estaban garabateados con una caligrafía incomprensible y, según se podía apreciar a simple vista, diversa. Los textos habían sido escritos con plumas, lápices y hasta plumones y no se necesitaba ser especialista para identificar pulsos contrastantes. De Encarnación nada se sabe. Los grafólogos aun intentan determinar cuántas personas garabatearon en esos papeles.