La oscuridad aún no dice adiós y la maquinaria ya ruge. Amanecer de un lunes de otoño. Una semana más se acumula en nuestras vidas. Días de furia e instantes de decisión. El futuro entero jugándose en una partida, deslizándose en patines por un barranco de La Rumorosa. La encrucijada de tu vida llegando a su caseta de cobro, corriendo por carreteras que se bifurcan, buceando en las entrañas e un monstruo. Unos llegan, otros se van, ruedas de la fortuna de la sabana africana en donde hoy me toca ser depredador.
Mexicali nos despidió con un arcoíris el pasado viernes ¿Cómo nos recibe ahora? Jamás había visto llover en Ciudad Cachanilla. El agua es elemento atípico por aquellos rumbos. Sus calles mojadas son un traje de luces.
Creí estar subiendo al altar de sacrificios de los masones juaristas cuando la mañana del sábado fui a presentar mi libro ante ellos. Imaginé que harían una gigantesca hoguera con Mitos del Bicentenario, pero el grupo Líderes Juaristas me ha dado una grata sorpresa. Tolerantes y abiertos al diálogo, han honrado la vocación por el librepensamiento que dio origen a la masonería. Mi gratitud para ellos.
Lo que uno escupe en la Moleskine una mañana en el Valle de Mexicali
El desierto es así, un tipo que se lleva pesado, un cabrón hostil que te sorraja una cachetada apenas te has parado frente a él. Este suelo se mueve, es un cascarón de huevo, una plataforma movediza. Aquí, en el paraje donde toda sombra es redención y la tierra se resquebraja, yacen mil y un cubos rectangulares. Esto es una aldea de Marte (¿My house of Mars Ayreon?) la mismísima capital del absurdo, el grandísimo escupitajo del destino. Aquí, en este específico rincón de la Tierra es donde vivimos ¿Es un cuento de José Revueltas o ciencia ficción postapocalíptica? Ray Bradbury no imaginó el Valle de Mexicali. Cerros muertos, cerros calvos, aguardando el bautizo de la sombra. Renacimiento del Valle (Miguel Ángel y Leonardo habitan aquí. Doña Ana Real Cázares también ha elegido la sucursal de Mercurio)
La pobreza nunca se niega a sí misma. La pobreza es así; un ejercicio de brutal desparpajo. Un tocayo habla de gente con muchas “ideologías” rondando por el Valle de Mexicali (y le propusimos una propuesta dice él) Aportamos un grito de arena en “poco momento” “no se atoren en nuevas ideologías” (¿hay ideólogos en los ejidos del Valle de Mexicali)
Nací en los algodonales, bajo un Sol abrasador; mis manos se encallecieron y me bañé de sudor. Yo soy puro cachanilla, orgulloso y cumplidor.
Mexicali nos despidió con un arcoíris el pasado viernes ¿Cómo nos recibe ahora? Jamás había visto llover en Ciudad Cachanilla. El agua es elemento atípico por aquellos rumbos. Sus calles mojadas son un traje de luces.
Creí estar subiendo al altar de sacrificios de los masones juaristas cuando la mañana del sábado fui a presentar mi libro ante ellos. Imaginé que harían una gigantesca hoguera con Mitos del Bicentenario, pero el grupo Líderes Juaristas me ha dado una grata sorpresa. Tolerantes y abiertos al diálogo, han honrado la vocación por el librepensamiento que dio origen a la masonería. Mi gratitud para ellos.
Lo que uno escupe en la Moleskine una mañana en el Valle de Mexicali
El desierto es así, un tipo que se lleva pesado, un cabrón hostil que te sorraja una cachetada apenas te has parado frente a él. Este suelo se mueve, es un cascarón de huevo, una plataforma movediza. Aquí, en el paraje donde toda sombra es redención y la tierra se resquebraja, yacen mil y un cubos rectangulares. Esto es una aldea de Marte (¿My house of Mars Ayreon?) la mismísima capital del absurdo, el grandísimo escupitajo del destino. Aquí, en este específico rincón de la Tierra es donde vivimos ¿Es un cuento de José Revueltas o ciencia ficción postapocalíptica? Ray Bradbury no imaginó el Valle de Mexicali. Cerros muertos, cerros calvos, aguardando el bautizo de la sombra. Renacimiento del Valle (Miguel Ángel y Leonardo habitan aquí. Doña Ana Real Cázares también ha elegido la sucursal de Mercurio)
La pobreza nunca se niega a sí misma. La pobreza es así; un ejercicio de brutal desparpajo. Un tocayo habla de gente con muchas “ideologías” rondando por el Valle de Mexicali (y le propusimos una propuesta dice él) Aportamos un grito de arena en “poco momento” “no se atoren en nuevas ideologías” (¿hay ideólogos en los ejidos del Valle de Mexicali)
Nací en los algodonales, bajo un Sol abrasador; mis manos se encallecieron y me bañé de sudor. Yo soy puro cachanilla, orgulloso y cumplidor.