Eterno Retorno

Wednesday, June 09, 2010

BIBLIOTECA DE BABEL
Cuando éramos honrados mercenarios
Arturo Pérez Reverte
Editorial Alfaguara

Por Daniel Salinas Basave

Cuando leo textos así, me queda claro que el oficio del periodista puede ser muy similar al del boxeador y la pluma puede hacer las veces de espada o flecha envenenada. Aquí no hay linduras ni complacencias, sino rudeza en su estado más puro y duro. Una rudeza aguda, inteligente, aunque en absoluto sutil. Aquí no hay cachetaditas de guante blanco, sino trancazos de puño cerrado. El colega Pérez-Reverte escribe desde la esquina de un ring periodístico-literario en donde no se salva nadie.
Hace algunos años, mi esposa Carolina me regaló “Con ánimo de ofender”, una compilación de la obra editorial periodística de Arturo Pérez- Reverte. Comprendí entonces las razones por las que los artículos del reportero de Cartagena generaban un bombardeo de ofendidas cartas, escritas por lectores de vestidura rasgada. Pues bien, ahora ha caído en mis manos “Cuando éramos honrados mercenarios”, continuación de aquella obra que a tantas “buenas conciencias” ofendió. Por fortuna, en este nuevo arsenal periodístico la pólvora no se ha mojado, pues el material es tan explosivo como antaño. La vena periodística de este ex corresponsal de guerra sigue siendo ruda, callejera y sin demasiadas contemplaciones a la hora de ofender al prójimo.
Es una grata sorpresa encontrar el alma de un periodista políticamente incorrecto detrás de la pluma de un best seller de la Editorial Alfaguara.
A menudo, los narradores que pueden presumir varios millares de ejemplares vendidos se transforman en pavorreales de feria libresca y ello les genera un montón de compromisos sociales y económicos que deben respetar aún a costa de ablandar o reprimir su pluma. Por fortuna, este no es el caso de Pérez- Reverte
Don Arturo parece no estar en absoluto preocupado por resultar cómodo, agradable o digerible en sus artículos. Sobre aviso no hay engaño. El que se sienta ofendido, que mejor cierre el libro y vaya en busca de algún cariñito meloso de superación personal o un lavado cerebral new age donde nos digan que valemos mucho y el mundo es rosa. En los honrados mercenarios encontramos, antes que otra cosa, una sobredosis de brutal honestidad. Honestidad de puño cerrado, cierto y por eso mismo profundamente humana, de carne y sangre caliente. En esta tinta respira un alma.
Si usted se pregunta por la temática, le diré que aquí hay dulce, chile y manteca. Mucha vida cotidiana, sí y también uno que otro escupitajo contra la hipocresía de lo políticamente correcto. Hay algunos textos de historia, que tanto apasiona a Pérez- Reverte, crítica política e incluso consejos a sus hijos para disfrutar la vida y hacerse de un buen arsenal de cultura general.
La constante de todos estos artículos y sin duda la salsa picante que da sabor a este libro, es la compulsiva irreverencia de su autor.
Sarcasmos, ironías, mordacidad sin límites e insultos bien asestados, caracterizan a cada uno de estos artículos.
Pérez- Reverte no escatima en hablar a cada momento de falta de cojones, en atiborrar los párrafos con el españolísimo “joder” y ametrallar con “hijoeputas” compulsivos. Una irreverencia que nos carga de vida.