Debería haber puesto en este blog un letrero en donde se leyera “cerrado por campaña; nos vemos el 5 de julio”, pero por supuesto, pensé que podría darme el tiempo, que siempre existe la posibilidad de unos minutos de desvarío literario a la semana, pero ahora comprendo que no. Por ahora toda mi energía y capacidad de concentración está concentrada en Tijuana en Positivo.
Ahora ni escribo ni leo otra cosa que no sean temas políticos relativos a mi nuevo encargo. Mi vida ha cambiado radicalmente. Escribo ahora mismo desde el camión de campaña y en este preciso momento voy pasando por el Parque La Amistad en Otay. Estoy metido en cuerpo y alma en esta tarea. Murió DIO y yo me enteré en la ruta, sin posibilidad de rendirle el homenaje que se merece la Voz Sagrada del Metal, unos de los máximos soundtracks de mi existencia, un cantante por el que siento un respeto sacramental. El Tuca vuelve por tercera vez a Tigres y yo ni enterado. Inter se coronó en la Champions y Toluca en México y de pisa y corre los vi en el camión. A mi hijo apenas lo veo unos minutos al amanecer y cuando regreso a casa lo encuentro dormido. Lo más bello de todo, es que siempre despierta sonriendo. Su risa en la mañana es mi bienvenida al nuevo día. A medias leo Plataforma de Houellebecq avanzando media página por día mientras en el buró mastico en vigilias y duermevelas El Hacedor de Borges y La Invasión de Piglia. Digamos que me he ido a un viaje donde no hay sábados ni domingos ni momentos de relax. Pero… ¿Saben una cosa? Lo hago por convicción y si estoy aquí, es porque creo en este proyecto y por cierto… vamos por la victoria y no hay quien nos pare.
Ahora ni escribo ni leo otra cosa que no sean temas políticos relativos a mi nuevo encargo. Mi vida ha cambiado radicalmente. Escribo ahora mismo desde el camión de campaña y en este preciso momento voy pasando por el Parque La Amistad en Otay. Estoy metido en cuerpo y alma en esta tarea. Murió DIO y yo me enteré en la ruta, sin posibilidad de rendirle el homenaje que se merece la Voz Sagrada del Metal, unos de los máximos soundtracks de mi existencia, un cantante por el que siento un respeto sacramental. El Tuca vuelve por tercera vez a Tigres y yo ni enterado. Inter se coronó en la Champions y Toluca en México y de pisa y corre los vi en el camión. A mi hijo apenas lo veo unos minutos al amanecer y cuando regreso a casa lo encuentro dormido. Lo más bello de todo, es que siempre despierta sonriendo. Su risa en la mañana es mi bienvenida al nuevo día. A medias leo Plataforma de Houellebecq avanzando media página por día mientras en el buró mastico en vigilias y duermevelas El Hacedor de Borges y La Invasión de Piglia. Digamos que me he ido a un viaje donde no hay sábados ni domingos ni momentos de relax. Pero… ¿Saben una cosa? Lo hago por convicción y si estoy aquí, es porque creo en este proyecto y por cierto… vamos por la victoria y no hay quien nos pare.