Eterno Retorno

Tuesday, September 26, 2006

Polvo de otros lodos


La crítica de la realidad de este mundo y por ende del yo la hizo hace ya un
par de siglos un señor llamado David Hume. Nada cierto, nos dice Hume,
podemos afirmar del mundo objetivo y del sujeto que lo mira, salvo que uno y
otro son haces de percepciones instantáneas e inconexas ligadas por la
memoria y la imaginación. El mundo es imaginario aunque no sean las
percepciones en que, alternativamente, se manifiesta y de disipa. El
escepticismo, sino es congruente consigo mismo, está condenado a negarse. El
escéptico se sirve de la razón para mostrar las insuficiencias de la razón,
su sinrazón secreta. Inmediatamente después, en un movimiento circular, se
vuelve sobre sí mismo y examina su razonamiento: si su crítica ha sido
efectivamente racional, debe estar marcada por la misma inconsistencia.
Extraño; cuando Alexis Jardines Husserl y la alteridad no recurro a un libro
de filosofía, sino a las Enseñanzas de Don Juan de Carlos Castaneda o más
concretamente al prólogo que de este libro hace Octavio Paz. Cuando Husserl
habla de la experiencia de la otredad, no puedo dejar de ceder a la
tentación de leer El otro, es fantástico cuento en el que Jorge Luís Borges,
sentado a la orilla del Charles River que divide Cambridge de Boston,
encuentra al otro Borges. DSB



Mi sueño ha durado ya setenta años. Al fin y al cabo, al recordarse, no hay
persona que no se encuentre consigo misma. Es lo que nos está pasando ahora,
salvo que somos dos. ¿No querés saber algo de mi pasado, que es el porvenir
que te espera? JLB El Otro

Caer: Volver a ser. Hambre de vida: hambre de muerte. Salto de la energía,
disparo, expansión del ser: pereza, inercia cósmica, caer en el sinfín.
Extrañeza ante lo Otro: vuela a uno mismo. Experiencia de la unidad e
identidad final del ser. Octavio Paz El arco y la lira.


I

Sólo la sed y el sudor parecían ser reales. El enemigo existía sólo hasta que sus balas y machetazos desgarraban la piel tostada de tus hombres, que hasta entonces recordaban que cada paso dado sobre esa tierra embrujada era acechado por mil ojos delatores. Las balas enemigas brotaban del suelo, se arrastraban como serpientes bajo las piedras, hasta parecían escupidas por los ojos de los animales. ¿De dónde iban a salir sí no? Cómo explicar que te mataran cinco, seis, diez hombres de una patrulla sin que nadie viera nada, ni siquiera una maldita sombra entre los arbustos. Todo sucedía de la nada, cuando el sudor que inundaba la cara les empezaba a quemar los ojos, te decían que apenas se oía un ruido y después sólo se sentía arder la piel y la sangre mojando poco a poco el uniforme y minutos después ahí estaba uno más tus hombres, retorciéndose en una hamaca, con la herida infestada de moscos y pus. Después era imposible combatir contra la superchería y el pánico a estar guerreando contra una fuerza sobrenatural. DSB



II

La caricia de aguardiente en tu garganta no es capaz de apagar el ruido. Sólo trae mórbidas nostalgias y sed de venganza. El ruido no muere, ni siquiera el sueño seco es capaz de sofocarlo. Llega, dibujado en los rostros obtusos de los que a tu lado comparten la condena. ¿No es esto fantástico? El progreso atravesó el Pacífico desde el lejano oriente y desembarcó como un redentor dispuesto a condenar a los avernos la prehistoria campesina. La saliva de la bestia es el infinito océano, la ubre de escamas capaz de amamantar al mundo. Y tú estás ahí, lánguido como un feto, aferrado a tu cadena umbilical. DSB


III

Después, hasta el sonido se va impregnando de fragmentos asfálticos. Voz de lodo, silente y a un tiempo furiosa, aferrada al musical origen, rebanada por bélicos monosílabos. Y tu voz emerge insurrecta y desconocida, desafiando a ese dolor que quisiste volver hierático. Brota el sonido deforme y traidor arrojando tu historia al valle del olvido alcohólico mientras el aguardiente labra puntas de obsidiana en tus entrañas. Y ahí están junto a ti cinco sombras anónimas hermanadas por una botella de plástico que circula entre sus labios y de pronto ya está muerto el frío de la noche y esa peste perpetua a sudor y amoniaco, es solo aroma humano que recuerda el hambre de carne. El aguardiente riega el germen de las falsas esperanzas. DSB



El conocimiento teórico del Mundo y del Universo,
es por definición relativo. Aspirar a una objetividad pura de la historia
sería tanto como aspirar a tener frente a nosotros el Aleph de Borges.
Poder contemplar el todo en una cápsula en el sótano de una casa. Pero aún
la contemplación del Aleph es inaprensible. Borges no pudo retenerla. DSB


Si bien me cuesta trabajo creer en lo irrepetible del genio, sí creo en la
enorme dosis de aleatoriedad que trae consigo el conspirador solitario, el
loco capaz de cambiar la historia por un simple desajuste neuronal. Pero
hasta Mohamed Atta es un producto de la historia, el resultado de un momento
político en combinación letal con una educación fanática y una buena dosis
de locura. Ni el genio ni el conspirador solitario pueden escapar a la
historia de la misma forma que los pecadores no podían escapar de la ira de
Jehová en el Antiguo Testamento. DSB



Aunque el arte en última instancia un engendro del genio humano, es también, en
mayor o menor medida, esclavo de un proceso histórico. No sería concebible
el nacimiento del muralismo sin la Revolución Mexicana de la misma forma que
la obra de Goya no podría explicarse si el Gran Sordo no hubiera vivido en
el núcleo mismo del despotismo ilustrado Borbón y no hubiera sido testigo de
los horrores de las Guerras Napoleónicas. ¿Habría Delacroix sin Revolución
Francesa? ¿Habría Monet sin Belle Epoque? DSB



He cavilado mucho sobre este encuentro, que no he contado a nadie. Creo
haber descubierto la clave. El encuentro fue real, pero el otro conversó
conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme; yo conversé con él en la
vigilia y todavía me atormenta el encuentro. El otro me soñó, pero no me
soñó rigurosamente. Soñó, ahora lo entiendo, la imposible fecha en el dólar.

Jorge Luís Borges


Como...luego existo

La recomendación de un buen restaurante la agradezco tanto como la recomendación de un buen vino. y en los dos últimos fines de semana, hemos un par de restaurantes de agasajo. Ambos bastante improbables y ocultos. El primero de ellos es El Cantábrico, ubicado en la Colonia Gavilondo de Tijuana. El dueño es un asturiano que responde a un modelo demasiado prototípico como para ser real. La comida excelente, platillos asturianos que no le saca al condimento feroz, sin escatimar en ajo. Buena carta de vinos. Ultra recomendable la morcilla, más condimentada y fuerte que la argentina. El segundo restaurante, descubierto apenas la semana pasada, es La Estancia, en Rosarito (he olvidado la calle, pero está a la mitad del Pueblo) Una auténtica cabaña de cazadores donde sirven venado, borrego, conejo, excelentes cortes carnívoros y una carta de vinos más que razonable. Por si fuera poco, tienen desayunos. Imagínate: Un burrito de venado pa matar la cruda.

De cualquier manera, creo que el Restaurante del Año ya está más que decidido: La Fonda Argentina. No hay más. Nuestra adicción a ese sitio, ubicado frente a las Torres Gemelas de Tijuana, nos ha llevado a ir casi cada fin de semana. La mejor carne de Tijuana acompañada de Casillero del Diablo.



Con pistolas Pietro Beretta y revólveres con más de 20 años de antigüedad que apenas pueden disparar seis tiros, la Policía Municipal debe enfrentar a mafiosos que poseen armas automáticas como el rifle AK-47 y la ametralladora UZI con más de 600 tiros por minuto.