DERROTA
Ciertas personas dicen que suelo ocultarme cuando pierden los Tigres, máxime si de un Clásico de trata. Pues bien hijos de su puta madre: Aquí estoy, gocen mi sufrimiento.
Empecemos por el principio: Admito la derrota. El 2-1 refleja lo que sucedió en la cancha. Un rosario de patadas, dos penales comidos (uno por bando), muchos nervios, mucho hígado, mucho intestino, muy poco futbol y casi nada de imaginación.
Con las rayas yo actúo como mi tío Salinas con los perredistas: Ni los veo, ni los oigo, así que no hablaré de lo que hizo o dejó de hacer el rival. Me concentro en mis Tigres.
No soy el clásico aficionado que ante un resultado adverso pega el grito exigiendo la salida del técnico, pero lo cierto es que Leo Álvarez se equivocó en el planteamiento. No puedes experimentar en un Clásico con una formación que nunca antes habías utilizado. El equipo se tardó 12 minutos en entrar al partido (de hecho entró con el gol del empate) y para entonces ya había recibido una anotación. Un equipo desconcentrado, por momentos muy nervioso, sin ideas claras y que terminó jugando con cuatro delanteros, como si eso fuera sinónimo de futbol ofensivo.
Edgar Hernández tiene las alforjas atiborradas de futuro y tiene un buen presente, pero lo que tiene de seguro al salir a cortar balones aéreos, lo tiene de nervioso al jugar con los píes. De cualquier manera, ojo con ese muchacho. Lean bien esto y acuérdense de la fecha: Edgar llegará a ser portero de la Selección Nacional. Lo digo Yo.
Jessie Palacios y la Palma Rivas aún sufren de innecesarias calenturas y sus crisis de nervios las traducen en patadas inocentes. Necesitan serenarse. Saavedra es mejor abriendo juego al frente en su mortal descolgada lateral, que presionando a los oponentes que tiran centros. El centro del primer gol pudo evitarse.
Jaime Lozano: Tus dos goles de tiro libre (contra América y Dorados) son inigualables, pero aún te falta para ser el sucesor de Irenio. Un jugador de semejante talla no puede quedar anulado naufragando en la media cancha en este tipo de partidos. Esa lesión hizo mucho daño.
Gaitán se puso el overol. Para quienes dicen que es un divo que sólo piensa en lucirse al frente, hoy demostró que corre, suda y defiende. Es un grandísimo de las canchas. El mejor 10 del Futbol Mexicano para acabar pronto. Lástima que la instrucción de Herrera a los defensas rayas haya sido bajarlo a patadas cuando apenas tomaba el balón
Sixto Peralta fue el mejor jugador de los Tigres en el partido. Así de simple. El mayor acierto de Leo Álvarez, si es que de acierto se puede hablar en una derrota, fue iniciar con él.
Sobre Didi Pereira tengo una pregunta ¿Quién carajos recomendó a ese negro tronco, pesado y desganado? Vaya actitud patética la de este nulo delantero tan fuera de forma. Sin duda lo peor del equipo. Hasta De Nigris me parece hábil comparado con él.
Otra pregunta ¿Por qué no iniciar con Carlos Adrián Morales?
Por cierto, parece que no es de peso en el equipo, pero vaya que influyó la ausencia de Mario Ruiz.
En fin. En ocho años de torneos cortos nos han ganado tres miserables veces. Nosotros les hemos ganado nueve. Ya nos veremos en San Nicolás y verán su suerte. Por ahora sólo queda pensar en el coco de cocos, el Pachuca este miércoles. ARRIBA LOS TIGRES.
Ciertas personas dicen que suelo ocultarme cuando pierden los Tigres, máxime si de un Clásico de trata. Pues bien hijos de su puta madre: Aquí estoy, gocen mi sufrimiento.
Empecemos por el principio: Admito la derrota. El 2-1 refleja lo que sucedió en la cancha. Un rosario de patadas, dos penales comidos (uno por bando), muchos nervios, mucho hígado, mucho intestino, muy poco futbol y casi nada de imaginación.
Con las rayas yo actúo como mi tío Salinas con los perredistas: Ni los veo, ni los oigo, así que no hablaré de lo que hizo o dejó de hacer el rival. Me concentro en mis Tigres.
No soy el clásico aficionado que ante un resultado adverso pega el grito exigiendo la salida del técnico, pero lo cierto es que Leo Álvarez se equivocó en el planteamiento. No puedes experimentar en un Clásico con una formación que nunca antes habías utilizado. El equipo se tardó 12 minutos en entrar al partido (de hecho entró con el gol del empate) y para entonces ya había recibido una anotación. Un equipo desconcentrado, por momentos muy nervioso, sin ideas claras y que terminó jugando con cuatro delanteros, como si eso fuera sinónimo de futbol ofensivo.
Edgar Hernández tiene las alforjas atiborradas de futuro y tiene un buen presente, pero lo que tiene de seguro al salir a cortar balones aéreos, lo tiene de nervioso al jugar con los píes. De cualquier manera, ojo con ese muchacho. Lean bien esto y acuérdense de la fecha: Edgar llegará a ser portero de la Selección Nacional. Lo digo Yo.
Jessie Palacios y la Palma Rivas aún sufren de innecesarias calenturas y sus crisis de nervios las traducen en patadas inocentes. Necesitan serenarse. Saavedra es mejor abriendo juego al frente en su mortal descolgada lateral, que presionando a los oponentes que tiran centros. El centro del primer gol pudo evitarse.
Jaime Lozano: Tus dos goles de tiro libre (contra América y Dorados) son inigualables, pero aún te falta para ser el sucesor de Irenio. Un jugador de semejante talla no puede quedar anulado naufragando en la media cancha en este tipo de partidos. Esa lesión hizo mucho daño.
Gaitán se puso el overol. Para quienes dicen que es un divo que sólo piensa en lucirse al frente, hoy demostró que corre, suda y defiende. Es un grandísimo de las canchas. El mejor 10 del Futbol Mexicano para acabar pronto. Lástima que la instrucción de Herrera a los defensas rayas haya sido bajarlo a patadas cuando apenas tomaba el balón
Sixto Peralta fue el mejor jugador de los Tigres en el partido. Así de simple. El mayor acierto de Leo Álvarez, si es que de acierto se puede hablar en una derrota, fue iniciar con él.
Sobre Didi Pereira tengo una pregunta ¿Quién carajos recomendó a ese negro tronco, pesado y desganado? Vaya actitud patética la de este nulo delantero tan fuera de forma. Sin duda lo peor del equipo. Hasta De Nigris me parece hábil comparado con él.
Otra pregunta ¿Por qué no iniciar con Carlos Adrián Morales?
Por cierto, parece que no es de peso en el equipo, pero vaya que influyó la ausencia de Mario Ruiz.
En fin. En ocho años de torneos cortos nos han ganado tres miserables veces. Nosotros les hemos ganado nueve. Ya nos veremos en San Nicolás y verán su suerte. Por ahora sólo queda pensar en el coco de cocos, el Pachuca este miércoles. ARRIBA LOS TIGRES.
