Eterno Retorno

Thursday, June 12, 2003



Al anarcoterrorista que estos disparates escribe, quien suele decir en sus días de furia que llamará a la rebelíón de las masas y que no descansará hasta ver en cenizas mojadas de sangre los bienes de la alta burguesía, le han entregado su nueva casa el día de hoy y eso, como a todo buen materialista esclavo del capitalismo, lo hace muy feliz. Tiene que confesarlo. Es de sabios admitir ciertas contradicciones. Las ideologías han muerto. Hoy solo conservo estímulos y algunas reacciones nacidas de las vísceras.

Las mujeres arriba

Lilith fue la primera esposa de Adán creada en principio de tierra y abandonó a su esposo saben ustedes porque? Porque Adán no aceptó invertir la posición natural del acto sexual. Lilith insiste en ser ella quein monte. A partir del momento en que abandona a Adán, Lilith fornicará solo con demonios.

No hay que tomar demasiado en serio el contenido de este blog. Dicen que no es bueno para la salud. O sí lo es?

Platón llama al amor cosa amarga. Y no sin razón, porque quien ama muere. Porque el amor es una muerte voluntaria. En la medida que es muerte, es una cosa amarga. En la medida que es voluntaria es dulce. Ficino

Zonas rojas

La primera zona roja que conocí en mi vida fue la de Boston. Ocurrió en la Navidad de 1986, cuando transitaba con mis padres y mis tíos por la helada capital de Nueva Inglaterra. Fue la primera vez que escuché el concepto urbano nombrado por su color.
Las zonas rojas de Monterrey están dispersas. Existe desde hace años la Coyotera, unas cuantas manzanas donde habitan trasvestis miserables en derruidos tejabanes. La calle Arteaga es prolífera en congales, pero en realidad no hay un área tan concentrada como sucede aquí con nuestra bienamada Coahuila.
Siempre he tenido el sueño de hacer una antología fotográfica de las zonas rojas del mundo. Tal vez ya exista o tal vez hay mil cabezas que ya pensaron lo mismo que yo. No importa, algún día yo haré la mía. Me gusta conocer la zona roja de toda nueva ciudad que visito de la misma forma que me gusta conocer su estadio. Y aclaro, sin falso puritanismo, que jamás en mi vida he pagado un centavo por tener sexo. Simplemente me gusta la vibra que ahí se respira.
Si debo elegir una zona roja del mundo, diré que mi favorita hasta ahora , ha sido la de Hamburgo que Carolina y yo visitamos en 1999. El barrio de St Pauli, en la calle Reperbham (no recuerdo la forma exacta en que se escribe) tiene una vibra especial. Más ruda y agresiva que la de Amsterdam y sin duda más radical. Muchas tiendas de sadomasoquismo y espectáculos en vivo de bondage. Muy hardcore en verdad. Amsterdam es un porno un tanto más lúdico, aunque sin duda más pintoresco y aderezado siempre por el delicioso aroma del hash. Las zonas de París en Pigalle y Roma, en los alrededores de la estación, tienen un aire más clandestino (latinos al fin) En La Habana, la prostitución está en todos lados y no debes ir a un lugar en específico. En Linares Nuevo León está cercada por una barda y hay guardias en las puertas que esculcan las bolsas. No se puede entrar en carro y es una de las más seguras del mundo. Quiero conocer las zonas rojas de Dinamarca, la de Moscú, no digamos las de Tahilandia. Pero debo sentirme privilegiado. Después de todo, mucha gente de diversas partes del planeta le rinde culto a nuestras coahuileñas banquetas.