Un disquito de At the gates y un café recalentado tratan de poner las cosas en su sitio. Breviario cultural metalero: El Slaughter of the soul de At the gates es como un concentrado del sonido Gothenborg en su estado más puro. Es un disco que ha sido comparado con justicia con el Raing in blood de Slayer. Apenas 30 minutos que resumen la escencia más pura de escena sueca. De efímera existencia, At the gates ha mutado en una buena cantidad de hijos bastardos, empezando por el sensacional In flames. Ahora mismo escucho Suicide nation. La rola número seis de los discos generalmente es muy buena.
Monday, February 10, 2003
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