El problema de la proliferación de ratas tenía varios meses en calidad de alerta amarilla. Por supuesto, era inocultable que se estaban multiplicando ¿habría alguna gran ciudad en el mundo libre de ellas? Que le echen un ojo a Nueva York, afirmaba Maxime, quien no creía tener un problema mucho mayor o más complejo que el de cualquier encargado de la higiene de una gran capital con varios millones de habitantes y cientos de miles de turistas al año. De acuerdo, había más roedores de lo habitual en las cercanías del río y en algunos parques públicos en donde sobraban desperdicios de comida, pero el asunto no había tenido aún la contundencia para colocarse como tema político prioritario y motivar una encerrona urgente del cuarto de guerra
Tuesday, January 01, 2019
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