STURGIS BAR
Disimulado y oculto en el cuarto piso de un austero edificio está el Bar Sturgis en el centro de Kanazawa. Entrar en él es como cruzar un umbral hacia otra dimensión, una especie de museo embrujado del rock atendido por un personajazo prófugo de un cuento de Murakami llamado Nitta San. En el pequeñísimo espacio hay toda una colección de guitarras, varios miles de vinilos y un ejército de monos, juguetes y chuchearías rockeras diversas. Nitta te sirve los tragos, te pone el vinilo o el DVD que le pidas, te presta sus juguetes, te recomienda bandas, bebe contigo y de pronto, sin decir agua va, agarra una de sus múltiples guitarras y te empieza a dar un concierto privado de altísimo nivel. Nos tocó Smoke on the Water de Deep Purple, Catch the Rainbow de Rainbow, Highway to Hell de AC/DC, Honkey Tong Women de los Rolling, The House of the Rising Sun y muchas otras, todo esto sin dejar él mismo de beber. Buena parte de la madrugada Carol y yo fuimos los únicos clientes. Aquello parecía un cuento o una alucinación de duermevela. Ride the Rainbow… Crack the Sky. El rock tuvo la culpa.