Sin pena ni gloria
El Premio Nobel suele ser territorio de escritores que pasan por mi existencia sin pena ni gloria. Hago un repaso solo para concluir que casi ninguno de los autores que ha marcado mi camino de vida como lector lo ha ganado. Tal vez las excepciones serían (obviamente) Gabo, Saramago y Vargas Llosa, de quienes he leído toda o casi toda su obra. Más remotamente mencionaría a Herman Hesse, que marcó mi temprana adolescencia. Sartre, Camus, Faulkner me han volado la cabeza alguna vez, pero estoy lejos de leer su obra completa. De Paz disfruto cada vez más su poesía (recientemente he hecho varias filas pandémicas en bancos leyendo Piedra de Sol) y ensayos como El arco y la lira y La llama doble fueron en su momento una sacudida. En contraparte hay un montón de premiados que simplemente me aburrieron o a los que de plano nunca leí.