Eterno Retorno

Tuesday, September 08, 2020

Soles rojos de septiembre

 

Septiembre irrumpe con sus soles rojos y su lluvia de cenizas, con una devastadora colitis y la incierta caza de un botín de 4 mil euros que navega a la deriva en algún lugar del Cantábrico. Tripa y entraña en rebelión,  la gran conjura intestinal decidida a masacrar domingos, anticipando el Armagedón de una muerte burocrática, patéticamente lenta y degenerativa. Mal negocio cuando el cuerpo usurpa los temas de conversación.  Mientras el informe del interior arroja catástrofes, yo me limito a dormir en exceso y a jugar al justo juez en los raros momentos  en que despierto y me doy a la tarea de leer cuentos  paceños solo para incluir que un imitador de la marrana prieta es el único capaz de arrojar alguna dosis de malicia narrativa en esta furtiva cacería.   La vida de los pepenadores suele ser así. Vamos por liebres y por bisontes y correteamos la chuleta de maneras poco ortodoxas.