El de septiembre es un Sol herido de muerte que abandona el campo de batalla arrojando sus últimas caricias de fuego, como el guerrero moribundo intenta dar su estocada final. Septiembre y su rostro de final anticipado, de agonía aún no evidente. El verano agonizante y los días que lentamente se acortan. El otoño dormido es heraldo de cataclismos. Los abismos anunciados acechan pacientes. Septiembre y su vibra de no pasa nada, de aún hace calor y hay cielo azul; sin novedad en el frente y sin aviones suicidas reventando nubes y torres. Septiembre te jura que todo está bajo control, aunque el mundo sea un castillo de lodo desparramándose a tus pies y en el iPod suene una aleatoria rolita de Deep Purple(Mitzi Dupree) que está a punto de alucinarte un poco, mientras meditas la posibilidad de iniciar tu largo peregrinaje de regreso a casa o acudir a una patética junta vespertina que pretende arreglar el mundo. La vida te muerde con hocico rabioso y tú finges no darte cuenta. La vida embarra tu rostro sudado en noches huérfanas de sueños. La vida, o esa cosas que a veces se le parece y pese a todo, te jura tener sentido.
Thursday, September 06, 2012
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