Eterno Retorno

Thursday, January 05, 2012



Fragmentos de mi desintoxique literario favorito: Voy a subirte a un vagón de Ferrocarriles Nacionales, concretamente a El Regiomontano, en donde como en los trenes de antaño hay vagón restaurante, vagón bar, salón de juegos, empleados uniformados y alcobas con dos camas. El Regiomontano es un tren de antaño y lo verdaderamente inverosímil del asunto, es que es un tren puntual. Sale de la estación de la Colonia Industrial a las 18:00 horas y a las 18:20 sin falta está cruzando por enfrente de la Colonia Miravalle, ahí donde está la clínica Osler y si fuera yo un poquito más nostálgico y con tendencia a lo autobiográfico, te contaría la historia de un niño que pasó las tardes de su infancia viendo trenes, que sabía reconocer a cada máquina por su sonido, que tenía historias y supersticiones para cada una y que vio al anciano que recogía la basura en la colonia, despedazado sobre las vías en lo que significaría para él la primera contemplación de un cadáver. Pero esta es tu historia, no la de ese niño, aunque tú, yo y ese niño en realidad somos uno mismo, pero se supone que nadie debe enterarse y tú no debes andarlo comentando por ahí. Bueno, retomemos el hilo que por enésima vez hemos perdido.