Eterno Retorno

Thursday, April 21, 2011



Un poco de algo...de lo que viene

1

Siempre llovía en tu cumpleaños. Podía fallar la piñata, el pastel, los regalos, pero nunca el agua. Las nubes negras siempre llegaron puntuales a Monterrey. En Tijuana en cambio casi nunca llueve en abril. Su temporada de lluvias, si es que temporada se le puede llamar, es en enero, cuando muy tarde febrero y cada cinco o siete años con catástrofes diluvianas. Lo de las lluvias primaverales es cosa de tierras regiomontanas.

Desde que vives en Tijuana nunca ha llovido en tu cumpleaños. Pero de una cosa sí estás seguro: el 21 de abril de 1988 Tijuana amaneció bajo la lluvia. Todas las crónicas coinciden.

2

La mañana lluviosa de abril en que Salomón Saja asesinó de cuatro balazos al Gato con Botas, tú estabas celebrando tu cumpleaños número catorce recién expulsado de la secundaria y ni en tu peor pesadilla intuías que ibas a dedicarte al periodismo. De la muerte del Gato con Botas no te enteraste ese día, ni al día siguiente, ni supiste del asunto hasta muchos, muchísimos años después, cuando ya chapoteabas en los fangos reporteriles y aún tenías fe en el oficio. Aquel 21 de abril de 1988 creías tener otras preocupaciones que nada tenían que ver con un periodista fronterizo acribillado por los escoltas de un junior prepotente

3

Si aquel 21 de abril del 88 no te enteraste de la ejecución del Gato, fue porque el asunto simplemente no dio de qué hablar en Monterrey. Nada que ver con Manuel Buendía.