Voy a volver a hacer el intento por acudir a un curso impartido por la Escuela del Nuevo Periodismo. Las peores traiciones de mi inspiración ocurren cuando tengo que redactar una carta para esos hijos de puta. Será que me cuesta mucho trabajo ser hipócrita. Pero ahí voy de nuevo. 800 mugrosas palabras falsas sobre las poéticas razones por las que soy periodista, escritas, ya saben, al más puro estilo del realismo mágico. Ya estoy hasta la madre de ellos y de su maldito sitio donde no se pueden inscribir los formularios. Tal vez en esta ocasión les voy a decir la verdad: Simplemente quiero viajar a Sudamérica. Sim-plemente. Ah, y por cierto, en mi librero García Márquez es un cadillo aplastado en el culo. No voy a decir que es una mierda ni diré que lo detesto, pero ya estoy saturado de garcíamarquezadas. Está bien que sí, pero no es para tanto. Es un escritor so-brevalorado, hay muchos muy superiores a él en el continente y nada más de puro coraje no he querido leer Vivir para contar-la.
Friday, January 31, 2003
Voy a volver a hacer el intento por acudir a un curso impartido por la Escuela del Nuevo Periodismo. Las peores traiciones de mi inspiración ocurren cuando tengo que redactar una carta para esos hijos de puta. Será que me cuesta mucho trabajo ser hipócrita. Pero ahí voy de nuevo. 800 mugrosas palabras falsas sobre las poéticas razones por las que soy periodista, escritas, ya saben, al más puro estilo del realismo mágico. Ya estoy hasta la madre de ellos y de su maldito sitio donde no se pueden inscribir los formularios. Tal vez en esta ocasión les voy a decir la verdad: Simplemente quiero viajar a Sudamérica. Sim-plemente. Ah, y por cierto, en mi librero García Márquez es un cadillo aplastado en el culo. No voy a decir que es una mierda ni diré que lo detesto, pero ya estoy saturado de garcíamarquezadas. Está bien que sí, pero no es para tanto. Es un escritor so-brevalorado, hay muchos muy superiores a él en el continente y nada más de puro coraje no he querido leer Vivir para contar-la.
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