Eterno Retorno

Sunday, July 17, 2011


La vida, dice Rimbaud, está en otra parte y la humanidad ha buscado esa vida en lugares remotos de ensueño a los que ha llamado tierras prometidas. La consigna parece ser sencilla: si la vida está en otra parte, hay que salir a buscarla. Cientos de miles de mexicanos, y ciudadanos de otros países, han salido a buscar esa vida en Baja California. La historia del hombre está llena de grandes migraciones hacia sitios donde es posible materializar aquellos sueños que por determinadas circunstancias el lugar de origen niega. Baja California es uno de esos lugares donde el hombre va en busca de cumplir sus sueños. Se busca huir de una tierra infértil, salir de una ciudad sin opciones de empleo y desarrollo; dejar para siempre un sitio donde el mediocre futuro parece estar predeterminado y donde no hay demasiadas alternativas. El hombre ha migrado a través de los siglos y América es un continente de migrantes que algún día, hace unos 25 mil años, cruzaron un congelado Estrecho de Bering en busca de tierras más nobles, al igual que Baja California es el destino de incontables personas que tan solo cargaban consigo una mochila llena de esperanzas.

Baja California sigue siendo el destinatario de los sueños de miles de mexicanos; destino –y no antesala—de un flujo migratorio constante que busca en esta tierra lo que no encuentra en su lugar de origen. Demasiados sueños se han conquistado aquí. Cierto, habrá quien diga que muchas esperanzas han topado con pared y han naufragado en la adversidad, sin embargo la realidad es que al final, la mayoría encuentra en esta tierra mejores condiciones de vida con las que empieza a construir un presente y un futuro impensable en otros lugares del país. ¿Por qué la gente sigue migrando a Baja California? ¿Por qué la gente se queda a vivir en esta entidad? Porque aquí encuentra las mejores condiciones de vida para sus familias. ¿Cómo es posible que se den esas condiciones en una tierra cuyo ecosistema no es siempre amigable?

Nuestra vida es un desfile de elecciones. Elegimos una pareja, elegimos una casa, elegimos una escuela. Dentro de un abanico de posibilidades, a veces amplias y a veces limitadas, tomamos decisiones que en mayor o menor medida determinan nuestra existencia. Sin embargo, una parte fundamental y trascendente en nuestra vida y en la de nuestra familia, es la ciudad o la región donde vivimos y esa no siempre la elegimos. No se elige en donde nacer, pero sí es posible elegir a donde migrar. Varios cientos de miles de personas elegimos Baja California y pasados los años, somos muchos los que concluimos que elegimos bien.