El futbol cumple con asestar metáforas de vida e historia. Aún cuando habíamos llegado ya al minuto 90 y Atleti ganaba 1-0, yo tenía la certidumbre de que todo se iría irremediablemente a la mierda. No me cabía la menor duda. Hay equipos y causas que cargan la fatalidad como un irrenunciable destino de tragedia griega y ese es el caso de los rojiblancos. Pero para los condenados al sendero fatal, la hecatombe debe ser siempre redondeada con drama. Debes palpar la gloria con la punta de los dedos, sentir su aliento y cuando estás listo para abrazarla, llega el destino fatal a arrebatártela. En la derrota del Atleti se refleja la historia de España. El parcial triunfo rojiblanco me recordó a ese fugaz e intenso momento de gloria que fue la Constitución de Cádiz en 1812. España por un momento vislumbró la ruta hacia una nación moderna, un estado de derecho constitucional e igualdad ante la ley. España tuvo una carta magna liberal que pudo haber derivado en una gran confederación hispanoamericana, pero regresó esa basura llamada Fernando VII y echó todo a perder restaurando el absolutismo y la inquisición. La Constitución de Cádiz fue un sueño abortado como el triunfo del Atleti al que un equipo monárquico y déspota, hijo de borbones y falangistas, le arrebató el triunfo. El triunfo de Atleti era la República Española y el gol de último segundo del Real es el golpe de Franco. ¿Existe acaso un equipo más fascista que Real Madrid? Los merengues son la esencia del generalísimo, la bandera de la falange en el Valle de los Caídos, el himno de Cara al Sol con la camisa nueva. Real Madrid es Torquemada, Franco, Escrivá de Balaguer y ese rey corrupto y mentiroso, asesino de elefantes, al que un pueblo de desempleados debe mantener sus privilegios, además de soportar sus “mentirillas” y las manos largas de su familia. Real Madrid es la España oscurantista, pija, mojigata. La España que al final de cuentas, siempre gana y jode a los españoles. En un país desangrado por el desempleo y la falta de esperanzas, el triunfo el Atleti era el mensaje de que contra todo y contra todos, el trabajo duro y los tanates bien puestos de un equipo humilde serían capaces de vencer al capitalismo más salvaje, pero en el mundo “Real” eso no es posible. En el mundo “Real” los bancos son siempre los ganadores. El sueño se fue por el caño cuando faltaban segundos. En el mundo “Real” gana el dinero no el trabajo. Los 100 millones de Bale pueden más que el sacrificio de un equipo. La cartera de Florentino es más fuerte que la oratoria sentimental de Simeone. “Hundidos en un juego cruel, dinero rey, el nuevo orden mundial aquí está”, canta La Polla Records. Sintomático que haya sido el jugador más caro del mundo el que haya dado la vuelta al partido y puesto las cosas en su lugar, ese galés cuyo contrato es un insulto y un escupitajo a las familias de desahuciados que son echados a patadas de sus casas por los bancos. Pobre España. Vayan a la Cibeles, canten Cara al Sol, lleven flores a la tumba de Franco y sigan abonando para que su rey pueda irse de cacería al África. Disfruten españoles que yo en honor a esos pijos monárquicos voy a escuchar Maldito país de Eskorbuto y Cara al culo de la Polla Records.
PD- Ya no quedan más cojones, Eskorbuto a las elecciones. Para vivir alegre y contento, Eskorbuto al parlamento
Sunday, May 25, 2014
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