Eterno Retorno

Sunday, May 25, 2014

Desde hace 28 años, cuando el Steawa Bucarest batió en penales a Barcelona 1986 (en la noche fatídica en que los azulgranas no pudieron acertar ni un disparo) sólo me he perdido dos finales europeas: la de 1989 (Gullit y Van Basten contra los rumanos) pues me encontraba viviendo en una zona rural de Colorado en donde no pasaban futbol, y la de 2002 (la del golazo de Zidane) porque íbamos viajando de La Habana a Varadero. Todas las demás las he visto y si en este momento me preguntas, te puedo contestar de memoria marcadores y detalles de cada juego sin necesidad de consultar. Es uno de los momentos futbolísticos del año más esperados por mí. Pase lo que pase, esta final madrileña ya he quedado en la historia. En el terreno de lo emocional quiero ver campeón al Atlético, pero la lógica y la corazonada me dice que se la va a llevar el Real. En la Lisboa de Pessoa veremos dos formas contrastantes de vivir la condición madrileña. El Atleti es Lavapiés y Malasaña y el Real es la Castellana y la sección de trajes del Corte Inglés. Atleti son los aromas cachondos del Manzanares en Feria de San Isidro y Real son las piedras del Escorial y la solemnidad de la Zarzuela. Atleti es una velada con Sabina y vino de garrafa y el Real son las portadas del Hola y el corrupto rey mataelefantes. Atleti es El País y Real el ABC. Atleti es las milicias populares del 2 de mayo y Real la pedante familia de Carlos IV en el retrato de Goya. Atleti es un equipo de barricada obrera y Real es la falange franquista cantando Cara al Sol. Atleti es Quevedo y Real es Góngora. Atleti es Chirbes y Real es Javier Marías. Si Goya viviera para pintar a las dos aficiones en las calles lisboetas y si Quevedo le dedicara unos versos a Simeone. Carajo. Si la clase obrera colchonera gana, empezaré a creer que todo es posible y que en la lucha de clases es factible darle una vuelta a la tuerca y a la predestinación de la aristocracia. PD-La esencia del espíritu Atleti y mi personaje colchonero favorito es el Mono Burgos, auxiliar de Simeone, siempre tan loco y metalero como yo.